jueves, 14 de julio de 2011

Antonio Gala en el momento mas drástico de su vida


Han pasado ya unos días desde que el mismo protagonista nos dio la noticia,  aunque las voces se han acallado un poco, aún estamos conmocionados. 

No hace falta que presentemos a Antonio Gala,  es un hombre  popular y querido, seguramente mucho más que leído. Al conocer su enfermedad   creo que pocos se  han quedado insensibles. "Cáncer de difícil pronostico, lleva tiempo luchando..."  Me ha sorprendido el tono, no un tono sumiso y resignado, sino con el color de la rebeldía,
«La enfermedad nunca es una forma de tristeza ni una metáfora ni una melancolía: es un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez»
Gala es sin duda  un superdotado, un niño prodigio de una cultura  inmensa, que encontró  una voz propia y que se desenvuelve con soltura en cualquier género: poesía, teatro, novela, artículos de prensa..   Es además mecenas a traves de la fundación que lleva su nombre para apoyar a artistas jóvenes. 

En los años 80  era  todo en teatro en este país,  o él o el teatro experimental o aquellas comedias que se repetían en las fiestas de las ciudades  cuando tocaba, y que eran fijas en las carteleras de  las capitales. Sus artículos de prensa eran buscados con ansiedad, por los lectores que le seguían con fidelidad, Aquella mítica serie  dirigida por Mario Camus con sus guiones quedaran en la memoria como ejemplo de  una televisión que recordamos con nostalgia por su calidad. 

Presente en los medios de comunicación, casi imprescindible intelectual de salón, no  ha pedido nunca la  dignidad, su saber estar.  Imitado hasta la saciedad, siempre con un tono de ternura y de cariño,  es una caso curioso de escritor consagrado y popular , que si bien no gusta o no termina de llegar  exactamente a todo el mundo,  si es apreciado y querido. Creo que se puede decir que nunca ha despertado envidias morbosas, aunque tengo la sensación que esta presencia pública, ha ocultado su talla intelectual de primer orden  envuelta en una rebeldía cálida que no ofendía.
En el fondo conocemos más al personaje que al hombre que hay detrás, y  de repente me han dado ganas de llegar a él, lastima que sea a partir de un hecho tan triste.

1 comentario:

Andrea Smith dijo...

Un artículo entrañable. Gracias por volver con el blog :)