martes, 21 de diciembre de 2010

¡¡¡Feliz Navidad!!!

Os deseamos   el equipo de moderadores de ¡¡¡Ábrete Libro!!!
Aleteo, Arden, Arena, Arwen_77, Ashling, Bronia, Caris,Ciro, Corrie Swanson, Cronopio77, Eyre, Felicity, Fresa_charly, Gabi, Ginebra, Hypathia, Jacob Cora, Jaime, Julia, Lucia (y el Lonchas ), Madison, Maia, Merridew, Mylady, Nieves, Roland, Runita, Sergio88, SHardin, Sinkim, Sora91, Sue_Storm y Xabeltrán
Lee más

jueves, 2 de diciembre de 2010

La novela romántica: prejuzgar sin conocer



Siempre resulta curioso constatar hasta qué punto la sociedad en general se alimenta de prejuicios para valorar —y a menudo condenar— aquello que no conoce. Centrándome en la literatura, me parece lamentable observar que nosotros, los lectores, nos servimos de las opiniones de los demás para desdeñar un género literario sin ni siquiera darle una oportunidad. ¿Acaso es posible afirmar que no nos gusta un postre sin haberlo probado? El mundo está lleno de sorpresas, y el mundo literario no está exento de éstas. ¿Cuántas veces hemos decidido leer un libro que, a priori, no nos atrae, para después acabar seducidos por la historia? Ahí reside la grandeza de la literatura: la capacidad de sorprender, de emocionar, de enamorar a los lectores.

Uno de los géneros que más arduamente debe luchar contra los prejuicios hoy en día es, sin duda, la novela romántica. Ya el propio nombre provoca que muchos lectores desvíen su camino, se alejen de estos libros, sin saber a ciencia cierta lo que en ellos pueden encontrar. ¿Cuántas veces habremos oído aquello de «las novelas románticas no son más que culebrones»? Tal generalización está tan poco fundamentada como las siguientes: «las novelas históricas sólo cuentan batallitas»; «los clásicos están desfasados y son aburridos»; «la literatura infantil sólo es apta para niños». La pregunta que a mí se me plantea es la siguiente: ¿has leído algo de ese género para ser capaz de afirmar tal barbaridad? La respuesta, seguramente, sea «no».

Y ése es el gran problema al cual debe enfrontarse la novela romántica: desplazar aquellos prejuicios ancestrales que hoy no tienen vigencia alguna. Porque así como la literatura infantil puede aportarnos mucho ya de adultos, y los clásicos parecernos muy amenos y atemporales, resulta imposible prejuzgar un género que cuenta con un abanico de posibilidades tan amplio: en una novela romántica pueden hallarse historias de amor entre criaturas sobrenaturales; entre asesinos y policías; entre emperadores y vasallos (con viajes en el tiempo incluidos); entre personas de diferente generación; entre personas del mismo sexo; entre personajes divertidos que consiguen arrancar carcajadas; y así hasta un sinfín de posibilidades que seguro sorprenderían a aquellos que no se dignan abrir ni una sola de estas novelas.

A todos nos gusta enamorarnos. Sentir por otra persona un cariño que rebasa todo límite. Es un sentimiento innato en el ser humano, uno de los más puros. ¿Cómo podemos, pues, rechazar la lectura de historias que versan sobre él? ¿A qué se debe esa animadversión que despierta el género en tanta gente? Seguramente, al desconocimiento. Porque estoy convencido de que estas personas, si dieran una oportunidad al género y a autores de la talla de Nicholas Sparks, Nora Roberts, Cecelia Ahern o las hermanas Brontë —¿acaso sus novelas no se centran en el amor entre los protagonistas?—, verían cómo se deshace el esquema mental que habían esbozado y, en un futuro no muy lejano, repetirían.

¿Eres una de esas personas y no lo crees así? Visítanos en el subforo y nos lo cuentas. Quizá te sorprendas.
Xabeltrán
Lee más

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Me temo lo peor



Estamos con problemas, los canadienses nos dejan en la estacada,  nos boicotean, y nos impiden entrar en el foro. ¡¡¡Son malos y nos provocan ansiedad!!!  ¿O sera otra la causa?.   El resultado es el mismo, ya sea el servidor canadiense o que  hay alguna otra  causa, No podemos entrar. Esperemos que dure poco.
Lee más

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Premio Cervantes para Ana Maria Matute


¡¡Por fin!!! Ana María Matute ha sido reconocida como el hada buena de las letras, esa hacedora de leyendas y de literatura que nos eleva y nos hace mas libres.
Hay una generación de mujeres escritoras a las que de alguna manera se les han negado el pan y la sal de la gloria literaria. Por muchos premios que se les concedan y Ana María, esa gran dama , los tiene todos, hay una especie de silencio en torno a ellas. No es que no hayan reconocido su calidad, sencillamente las han ocultado detrás de una especie de velo de niebla que ha impedido verlas con la nitidez suficiente para que brillaran con la intensidad que se merecen: junto con ella, Carmen Martín Gaite, Elena Quiroga, Carmen Laforet.
Es una generación de escritoras brillantes que consolidan en gran medida una novela de posguerra. Vivieron una época dura, y unas experiencias traumáticas, pero siguieron adelante pese a las dificultades, y escribieron novelas magnificas, que deberíamos recuperar porque estan aun en plena vigencia, al margen de modas y de la época que describen.

Me encanta ver a una mujer tan hermosa que transmite tanta vida y esa sensación de bondad e inocencia que el tiempo no ha conseguido borrar de rostro, que convierte sus experiencias mas duras en un mundo mágico en el que la melancolía se transforma en unicornios. Tan lúcida y vital que nos hace recobrar el alma de la infancia en plena madurez.

¡¡Ya era hora!!
Lee más

martes, 9 de noviembre de 2010

Historia de un relato





Llevo tiempo siendo miembro de jurado del concurso de  cuentos que el foro convoca dos veces al  año.
Esta última convocatoria ha  sido un poco diferente: habitualmente hay una libre y otra temática, la de otoño.
Este año en la temática,  ha habido un  cambio, en vez de elegir un genero se ha optado por acotar un tema y este ha sido la versionalizacion de un cuento clásico. Han presentado menos originales que otras veces, pero  ha sido de una gran calidad. Los relatos premiados como siempre se pueden leer en el foro descargando el archivo correspondiente y continuar  comentantolos.
Tal vez no valoremos  el ejercicio que supone a veces este trabajo de escribir, por eso creo que merece la pena seguir la reflexiones y el análisis, así como el debate posterior que RAOUL,  el autor del cuento que ha ganado a juicio del jurado popular el premio al mejor relato y que es en mi opinion ,  un cuento excelente, ha generado con su reflexión sobre como ha ido construyendolo. Muchas veces, al margen del resultado, no terminamos de apreciar lo que lleva implícito el acto de sentarse delante de un papel a escribir sobre un tema acotado como en este caso, y este ejercicio de inteligencia y de meticulosa disección de los elementos que ha utilizado para construir su historia,  es  apasionante, al menos para mi como lectora. Os dejo un resumen por motivos de espacio entresacando parrafos de sus post pero os invito a leer el hilo completo:

Como introducción a su comentario  decir que ha  hecho una doble versionalización encajando una en la otra; Blancanieves y Romeo y Julieta.

Blancanieves es una historia fascinante. Fascinante más que por la aventura que cuenta por los personajes que rodean a la protagonista. Por supuesto es fascinante la madrastra pero también lo son la madre muerta y, especialmente, el padre ausente de Blancanieves. Fascinante es el espejo, sin duda. Y los enanos – considerados en grupo o individualmente-. Y fascinadora encuentro yo la figura del príncipe, ese joven lejano que descubre un entierro en un bosque, se siente fascinado por una muerta y –ahí es nada- hace una oferta de compra por el cadáver. Si se pretendía ofrecer una visión distinta del cuento, construir una versión del mismo en definitiva, una buena opción consistía en trasladar la perspectiva general desde la que está narrado a una más concreta, poner el foco de atención en uno de esos personajes secundarios tan extraordinarios – o en varios- y narrar los acontecimientos desde su particular punto de vista, indagando, desvelando motivaciones, deseos y hechos que son o pueden ser puntos oscuros en la historia original. O simplemente limitarse a contarlos desde un lado parcial. He de decir que nada de eso me atraía. No deseaba explorar en el cuento tradicional. Ni siquiera deseaba estar en ese cuento. Lo que yo me propuse fue otra cosa, ir en una dirección distinta. Mi intención era destruir el cuento, hacerlo imposible. Pretendía cometer un asesinato, vaya. Quería escaparme del cuento por los propios resquicios del cuento, recoger material explosivo y regresar luego para hacerlo estallar por los cuatro costados. Quería salir del cuento para volver al cuento. Conseguir todo eso me exigía actuar sobre la pieza clave de la historia, sobre su detonante. ¿Y cuál es ese detonante en “Blancanieves”? A mi juicio, el espejo. El espejo es quien provoca la crisis. Los acontecimientos se desencadenan el día en que una mujer que posee un espejo mágico recibe de éste una contestación inesperada, inconveniente. El arranque de “Blancanieves” se sitúa en ese momento exacto en el que la reina pregunta “¿Quién es la más bella?” y el espejo, su esclavo (aunque podría discutirse en la relación madrastra-espejo quien es el amo y quién el esclavo, pero eso ya sería divagar), conocedor de la naturaleza de su ama, le responde: “Blancanieves”. Ahí empieza todo y ahí empieza a decidirse la suerte de un puñado de vidas. De la palabra del espejo ha dependido todo. Con su silencio, con su desobediencia o con su mentira los personajes hubieran seguido por un trazado distinto y bastante corriente. Pero él (el espejo) no podía callar, ni desobedecer ni mentir. Esclavitud y sinceridad. En este sentido invito a pensar en el espejo del relato como en un robot programado. Así pues, no es casual que “La habitación” termine justamente donde empieza “Blancanieves”. La idea era lanzar –y responder- un interrogante: si investigando en ese personaje tan peculiar y tan fundamental (el único no humano de la historia), si, en definitiva, escribiéndole una biografía y proporcionándole un pasado podía crearse una posibilidad real de que la reacción del espejo a la pregunta decisiva de la madrastra fuera diferente de la que todos conocemos. Y eso sin desvirtuar ni violentar la naturaleza esencial del espejo, su “programación” (la sinceridad, la esclavitud y, como consecuencia de esos rasgos, el crimen). Si eso se conseguía, el cuento tradicional quedaba tocado en sus cimientos y se venía abajo como un castillo de naipes. Y lo que a partir de ahí resultara sería otra cosa: una no versión de un cuento inexistente. “Blancanieves” moriría. Así pues, a la hora de ponerme a escribir –o de planear el crimen- tenía claras una serie de cosas. El protagonista debía ser el espejo, la narración obligatoriamente había de hacerse en primera persona (eso era decisivo e implicaba casi todo), el espejo debía tener una percepción confusa y a veces errada de su propio destino, que se le habría de ir revelando paulatinamente, y, además, yo ya había localizado dónde podía hallar el “material explosivo” necesario, el arma del crimen. A la luz de todo eso acudieron solas un conjunto de soluciones formales. El tono del relato debía ser lírico, evocador, arrebatado en su trasfondo y, aun así, contenido en su primer plano, y había que recubrir el texto de velos y símbolos. El lenguaje no podía ser directo, era fundamental dotarle de una clave poética y ejecutarlo en un tiempo más bien lento. Y era importantísimo sugerir al decir, que por lo explícito asomara lo implícito. 
 (...)En mi opinión – que es sólo una opinión más- lo que el relato viene a contar es una historia de amor oscura, romántica y poética. Y al hablar de historia de amor no me estoy refiriendo a la de Romeo y Julieta, claro está, sino a otra historia de la que posiblemente no son concientes ninguno de sus dos protagonistas.
(...)Aunque el relato se subtitule prolegómenos -unos prolegómenos dilatados, ciertamente- porque se extienden a todos los “prolegómenos” al pistoletazo de salida de “Blancanieves”, no se detiene ni acaba ahí aunque la parte escrita se detenga y acabe ahí. Tanto en el cuento original como en el relato – más aún en el relato- siguen siendo fundamentales la pregunta de la reina y la respuesta del espejo. En el relato la reina formula “la pregunta exacta”, pero ¿qué hace el espejo? ¿No habría quizás que detenerse e interpretar el último párrafo del relato? El espejo del relato responde y obedece sin titubeos, pero ¿qué responde? No se dice expresamente ¿Da la “respuesta exacta” también, la tradicional, la misma que la del espejo del cuento? ¿O hace algo distinto? Y en ese caso, ¿qué es ese algo? ¿Y por qué? Y determinado esto, ¿cuáles serían o podrían ser sus consecuencias? Incluso se podría ir más allá: ¿en qué situación se encuentra el espejo cuando está narrando su historia?
 (...) Creo que hay una parte trascendental del relato, su desenlace, que se desarrolla justamente debajo del último párrafo del mismo, en unas líneas que no están escritas y que corresponde llenar al propio lector, si lo desea. He de confesar que, desde el principio y mientras escribía, yo tenía ese párrafo final en la cabeza. Pero al llegar al momento de ponerlo negro sobre blanco y de pasarlo al papel, el propio relato me lo impidió. De repente parece que una historia toma sus propias decisiones, que se niega a aceptar algo que le estaba planeado desde su inicio. No reconoce ese algo como suyo y lo rechaza como a un cuerpo extraño. Esto le puede pasar a cualquiera que escriba, creo yo, y pienso que lo que ocurre es que el proceso de escritura supone también un proceso de comprensión. Uno va escribiendo y al tiempo va comprendiendo. Por eso hay veces que una idea de origen o de partida, hasta la más firme y meditada, puede acabar rectificada como consecuencia del camino recorrido. En este sentido he de decir que, a estas alturas estoy ya casi convencido de que “el relato” obró con acierto. 
Raoul

El desarrollo de como ha estructurado su cuento y como ha establecido las relaciones es más amplio. Creo que sirve  para que como lectores,  valoremos mas el proceso de construcción de una historia cuando lleva detras un proyecto meditado y elaborado, cuando hay mucho más que un proceso de dejarse llevar por el papel y la imaginación. Os invito tambien a debatir y a compartir  vuestras experiencias ya sea en el hilo ya  en un hilo creado de forma independiente. 
Lee más

jueves, 28 de octubre de 2010

Presentación de Chéjov comentado en Madrid



Sergi Bellver y Nevsky Prospekt nos presentaron el otro día el libro Chéjov comentado, en Tipos Infames (que mezcla galería de actividades culturales, librería y cafetería-vinoteca), en el que encontramos 16 cuentos traducidos directamente de la edición de las obras completas de la Academia de Ciencias de Moscú manteniendo el estilo sobrio con que originalmente se escribieron.
La selección de cuentos, que ha evitado repetir cuentos incluidos en las antologías publicadas en el 2004 y 2005 con motivo del centenario de la muerte de Chéjov, ha corrido a cargo de Sergi Bellver y James Womack y alterna cuentos largos y cortos (7 a 20 páginas) de 1882 a 1898. Ello nos permite comparar cuentos de la etapa de crecimiento previa a que Dmitri Grigorovich le animara a escribir cuentos serios con los cuentos de su madurez como escritor.
Los cuentos de Chéjov reflejan el alma rusa y la preocupación por la gente que sentía, dejando un poso de denuncia por debajo de lo que se ve a primera vista, con muchos actuando de espejo de personajes miserables a los que el lector no quiere parecerse.
De entre los cuentos seleccionados por el editor, 16 personas afines a la obra de Chéjov eligieron aquellos que mas representaban para ellos con la intención de crear una complicidad que traspasase el papel. Las visiones de los comentaristas son tan variadas como sus procedencias -eslavistas, poetas, cuentistas-, y muestran la libertad con que fueron creadas, aunque, al situarse tras el cuento y no antes, no condicionan al lector ni le anticipan hechos que puedan fastidiarle la lectura a quien se acerque por primera vez a Chéjov.
Sergi nos comentó que eligió Nevsky por su visión no trillada de la literatura rusa, y Nevsky aprovecha la edición para inaugurar una nueva colección que ayude a comprender la literatura rusa desde otras culturas: las nuevas perspectivas. La publicación coincide además con el 150 aniversario del nacimiento de Chéjov.
A Chéjov, que bebió de Maupassant y Tolstoi, se le considera uno de los primeros escritores de cuentos contemporáneos, siendo inspiración para Carver (que le homenajeó en Trece rosas amarillas) y Cheever.

Lucia
Lee más

jueves, 21 de octubre de 2010

Feria del Libro de Frankfurt: Estuvimos alli



Con Manuel Cortés me une un afecto muy especial. No hemos coincidido demasiado, pero le tengo un enorme afecto. Entrar en sus libros es tropezarte con un alma buena, con una de esas personas  que  pese a todas las tragedias  que nos rodean, nos devuelve la esperanza  en el ser humano. Hace unos meses me contó  ilusionado que iba como representante de la Asociación de Escritores Aragoneses a la Feria del Libro de Frankfurt. ¿Quién mejor que el para representarnos?. Me siento orgullosa de que alguien como él represente a la cultura y el amor por la palabra y la literatura de nuestra Comunidad y de nuestro país. Generoso como es, me ha permitido apropiarme de sus palabras  para transmitir su crónica desde  primera fila. Estoy segura que los alemanes y a través de ellos el mundo habrán descubierto gran escritor y una mejor persona.

La Feria del Libro de Frankfurt recuerda a una gran ciudad; con sus barrios (los halles), tantas calles, cada casa (los stands)... Como cualquier núcleo urbano que se precie disfruta de miles de servicios: gimnasio, peluquería, supermercados, equipo sanitario. Y por supuesto también tiene habitantes: editores, escritores, agentes literarios, libreros, distribuidores y un sinfín de sujetos vinculados al libro hasta llegar al más importante de todos: su lector.
Durante una semana me he sentido ciudadano en esos lares. Allí he visitado casetas, conocido a personas ciertamente interesantes, aprendido lo indecible de un sector que me apasiona. Allí estaban autores de primer nivel como Ken Follett, Günter Grass, David Grossman, Bret Easton Ellis, Jonathan Franzen, Ildefonso Falcones… Desde mi condición de aprendiz he vivido una experiencia de maestro en la que sólo faltó esa foto a su lado inmortalizando mi presencia. Pero sus prisas, la multitud, mi excesiva prudencia y el ritmo que impone esta urbe lo hicieron imposible.
Me encantaron las actividades del pabellón de Argentina (país invitado de honor en la Feria), la presentación en el stand mexicano de su Feria de Guadalajara, la ovación del sector hispanohablante al recibir la noticia del Nobel para Vargas Llosa y, por supuesto, la recepción del Instituto Cervantes al mundo editorial en español.
Además de la más importante del mundo, la Feria del Libro de Frankfurt presume de ser la más antigua, datando sus orígenes del siglo XV, cuando Johannes Gutemberg inventó la imprenta a pocos kilómetros de la ciudad. En las 62 ediciones de su era moderna la Feria ha crecido de manera exponencial, presentando un balance de vértigo: casi 7.000 expositores de más de cien países, cerca de 300.000 visitantes, unos 12.500 periodistas acreditados, 1.300 traductores, en torno a 3.000 eventos… Sin embargo, al margen de las cifras, lo mejor de mi visita estuvo en su lado humano.
Como he venido expresando en los distintos medios con los que colaboro, me encantó la ilusión mostrada por la delegación de Argentina, desde su condición de país invitado de honor. De allí vinieron más de 60 escritores, una nutrida representación editorial, aproximadamente 300 actos, una sesión de tango… Siempre cuidando los detalles para que todo saliera bien. En sus tertulias literarias abordamos muchos temas: la Literatura en tiempos de su dictadura, la actualidad editorial en español… Y uno que particularmente me apasiona: la narración oral, que por algo sus cuentacuentos están entre los mejores.
En el stand de Chile hablamos de otros asuntos, incluyendo el deseo unánime de que el rescate de sus mineros saliera bien. Con los representantes de México charlé sobre mi último libro (Mi planeta de chocolate) y distintas anécdotas relacionadas con los llamados Niños de Morelia. En el portal de Costa Rica compartí las vivencias de mis estancias allí, junto a cada relato que he escrito al respecto. Y así, caseta a caseta, país a país, fui llenando mi carrito de notas, amigos e ilusiones con la intención de volver a encontrarnos… Tal vez en otro sitio, puede que en otra Feria, quizás en otro libro.

En definitiva, un viaje a esa ciudad donde los sueños tienen forma de libro, que guardaré en la memoria de mi corazón. Vielen dank! 

Manuel Cortés Blanco
Lee más

martes, 19 de octubre de 2010

Hispacon 2010


La Hispacon es el Congreso Nacional de Fantasía y Ciencia Ficción que se celebra anualmente desde 1991. En este congreso se reúnen, bajo la supervisión de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT), aficionados, estudiosos y autores de la ciencia ficción, el terror y la fantasía.
En la Hispacon se celebran diversos actos tales como conferencias, mesas redondas, charlas y exposiciones de temas relacionados con la literatura y el cine fantásticos y de ciencia ficción y del terror. Este año se ha celebrado en Burjassot (Valencia) entre el 9 y el 12 de octubre, ambos inclusive en la Casa de Cultura.
Como el año pasado, que fue en Huesca, he acudido para ver a los escritores que leo a lo largo del año y con los que mantengo contacto así como para poder hablar de proyectos y temas varios con mis amigos de Ociozero, Sedice o SevillaEscribe y pasar unos días en agradable compañía hablando y tratando de mejorar el mundo del fandom. Charlas que van desde las mujeres en el mundo del fantástico a presentaciones de libros (Los Siete secretos del Mundo Olvidado de Magnus Dagon, Necróparis de Fernando Cámara y así hasta otras 40 novedades) pasando por la presentación de nuevas editoriales (NGC Ficción o Torre de Marfil) y que ponen el marco de unos días en los que los amantes de estos géneros que acuden a ellas pueden intercambiar experiencias y opiniones sobre diversos temas.
Se aprovecha también para en una Cena de Gala dar los premios Ignotus (http://hispacon2010.blogspot.com/) en diversas categorías, así como los premios Nocte, que este año han traído a David Monteagudo a la cena (persona agradable y llana además de muy tímido con quien compartí mesa y mantel). Con su novela Fin ganó el premio a Mejor Novela Nacional mientras Una Oración por los que Mueren de Stewart O´Nan lo hizo en la categoría Internacional. Como Mejor Relato Nacional quedó El Laberinto de la Araña de Jose Miguel Vilar-Bou (publicado en la Antología Calabazas. Arañas y en Cuentos Inhumanos) y el Relato Extranjero fue para Dan Simmons y su La Foto de Clase de Este Año (publicada por Minotauro en la Anoltogía de Zombies de John Joseph Adams).
Si ya el año pasado me quedé con una agradable impresión de la gente y el ambiente, no está de más decir que este año se ha visto superado, máxime cuando ya son muchas las personas que asisten con las que a lo largo del año mantienes contacto y por lo tanto he aprovechado para vernos en persona. Más allá de eso, las comidas / cenas, cafés y cañas que se toma uno en los descansos hacen que se pueda seguir en un ambiente de camaradería deshuesando el último libro leído o comentar qué está escribiendo cada cuál. Y como lector, se queda uno con cara de admiración escuchando como hablan cada uno de lo suyo y lo ponen en común. Soy feliz por eso, porque luego esa energía la puedo leer.
Este año ha acudido como invitada especial Laura Gallego, que además de firmar ejemplares de sus novelas estuvo participando en la mesa redonda de las mujeres en el fantástico. Y ni que decir tiene, que tuvo que hacer muchas firmas, ante la cantidad de fans que allí se reunieron para ello.
Ahora ya a esperar la del próximo año, pero mientras tanto tendremos de aquí a unas semanas el Liter Imaginarius, que como siempre, se celebra en Huesca y este año se dedica a Richard Matheson. Nos vemos.

Lee más

sábado, 16 de octubre de 2010

Un payaso ruso...








…Coloca el saco en el perchero y luego el sombrero, estira el saco y lo acomoda, le quita el polvo mecánicamente, para hacerlo mejor mete su mano en el traje, cuando observa la palma de su mano cambia la música, mira la palma de su propia mano como si fuera de otro, extrañado, con la boca abierta, mira hacia el sombrero y no hay nadie, parece tener un poco de miedo y precaución a lo que le fuera a hacer la mano; la mano (ya que desde que la introduce en el traje pasa a ser “la” mano y no “su” mano) le gira el rostro para que mire el rostro que no tiene, solo hay un sombrero, pero él sonríe con una alegría nostálgica, él sabe que no hay ahí nadie más que él, cuando digo él me refiero al payaso y no al actor, y cuando digo ahí me refiero al escenario y no al teatro, pero a su vez él no está, el payaso mira el rostro que no tiene el traje y sonríe, es partícipe de que se está engañando, es consciente del juego y las reglas a las que se somete, él podría sonreír de otra forma, como si mirara un rostro y se sonrieran mutuamente, pero no sonríe así, lo hace apenas, casi como si no sonriera, le muestra el cepillo, ¿a quién?, ¿a nadie?, mostrar el cepillo es un “mira estoy haciendo esto”, la mano le quita el cepillo y lo acicala, él cierra los ojos, se desvanece alejándose un poco del traje, e inmediatamente abraza al cuerpo que no tiene esa mano que lo acicala, como si fuera alguien más, lo reconoce y se reconoce, creo que esta actuación me atrae porque él parece no querer convencer al espectador de su engaño, sino que él quiere creer en su engaño, pero no como un deseo, diría que resignado de que su deseo no se va cumplir, me da la impresión de que es un movimiento infinito donde él quiere hacer creer que desea caer en su engaño, en un engaño en el que ya aceptó que no puede caer, por más que quiera. Es uno y otro y nadie en un solo instante. La mano deja de acicalarlo y suelta el cepillo y lo abraza por unos segundos, sube sus dedos hasta el hombro del traje, el traje es más grande que él, la cámara no me ha permitido ver la escena en un plano completo, la mano deja de abrazarlo para darle una carta, como no puede meter la carta en el bolsillo, él abre los ojos y la ayuda, la mano lo ayuda con su traje, él quita la carta de la mano y logra meterla en su bolsillo, cierta angustia, un vaivén de acción y una desesperación mutua por guardar la carta, tras hacerlo se vuelven a abrazar, este abrazo es muy diferente al primero, es el mismo traje, el mismo payaso, la misma mano, pero este abrazo es más fuerte e impulsivo, él nuevamente cierra los ojos, no sé si para el payaso la cabeza imaginaria de la mano cierra los ojos como él o los mantiene abiertos, esta vez el abrazo dura menos, ha sido una despedida, del otro, de él, de nadie… El pitido del tren que está por salir los ha sacado del trance, ambos muestran el dorso de la mano, retira su mano del traje que sigue colgado en escena, va hacia su maleta, se detiene, se da la vuelta para mirar el traje que ocupaba, el tren sigue llamando, alza su mano para despedirse y el traje vacío alza una manga. Si bien creo que el payaso no ha querido convencerme de que se ha engañado a sí mismo, ha hecho un truco para hacerme creer que el traje vacío tiene algo de movimiento, de vida, de voluntad, incluso sin la mano que se la dio durante algunos segundos, lo cual me hace creer que el payaso quiere que imagine que el traje ha sido poseído por alienígenas, los rusos son muy raros…

  eee
Lee más

jueves, 14 de octubre de 2010

Teatro clásico sin complejos


Que te pregunten por el libro que estás leyendo parece ser algo inocuo y sin mayor trascendencia. Pero es una pregunta que puede resultar embarazosa cuando la respuesta es La dama boba de Lope de Vega o Los Menecmos de Plauto. Ante estos títulos, las reacciones suelen ser un largo e incómodo silencio y cara de circunstancias por parte del interlocutor. Si hay la suficiente confianza, vendrá a continuación la pregunta inevitable de: “¿Y por qué?” Al parecer es inconcebible que alguien vaya a emprender la lectura de las obras teatrales clásicas por pura afición o curiosidad. Y sin embargo, es algo que ocurre más a menudo de lo que pudiéramos sospechar.

En el foro existen dos miniclubs activos en torno al teatro clásico: uno sobre teatro grecolatino, que lleva más de un año funcionando y sigue adelante sin problema alguno de falta de participación; y otro sobre teatro español del Siglo de Oro, que igualmente goza de una estupenda salud participativa. Los integrantes de estos miniclubs son todos gente normal, en apariencia al menos, que lee estas obras por puro interés personal y no por motivaciones académicas. Y gente que la mayoría de las veces disfruta enormemente de su lectura, algo inaudito en unos tiempos en los que hay que proteger a la juventud de un contacto demasiado precoz con la literatura de calidad para evitarles traumas vitales.


¿Qué tienen entonces que ofrecer estas obras teatrales clásicas para ser capaces de atraer a lectores voluntarios de a pie? Pues seguramente lo mismo que ofrecieron en su momento al público que iba en masa a presenciar sus representaciones escénicas, y que es algo heredado por sus sucesores de la actualidad, las series de televisión. Son obras que apelan a la naturaleza humana más universal y atemporal, los sentimientos básicos de amor, odio, amistad, celos, honor, envidia y ternura. Sentimientos ejemplificados por personajes de una pieza que permiten su reconocimiento instantáneo y que se ponen a prueba en situaciones escénicas que van a mantener sin esfuerzo la atención del lector hasta la resolución final de la trama.

Estas obras tienen además una gran ventaja sobre la mayoría de las series televisivas: están estupendamente bien escritas, construidas y dialogadas, y son un halago y no una afrenta a la inteligencia del lector. Así que hágase un favor y consuma más teatro clásico. Y cuando le pregunten qué lee, dígalo con la frente muy alta y sin rubor alguno.
Carmen Neke
Lee más

miércoles, 13 de octubre de 2010

Fira del llibre d’ocasió antic i modern



En pleno Paseo de Gracia, durante un par de semanas, a parte de las habituales tiendas de marca y joyerías con precios desorbitados, nos encontramos con una pequeña gran sorpresa para los amantes de los libros. Se trata de la Fira del llibre d’ocasió antic i modern, que este año celebra su 59ª edición.
Arrancando ya a la altura de Plaça Catalunya, y durante cuatro o cinco manzanas, vamos encontrado distintas paradas de librerías de todas partes del país. Desde una librería especializada en primeras ediciones, donde la más económica puede salir alrededor de unos 500 euros, hasta librerías de viejo, con montañas, literalmente, de libros de lo más variopinto y con precios que van desde la ganga hasta los marcados por el mercado y que podrías encontrar en cualquier librería por un libro recién salido de imprenta. Abundan las ofertas de 3x2, los libros a 5€, y las ediciones de bolsillo, aunque eso no significa que no puedas encontrar otros precios u otros tipos.  
Yo fui ya en la recta final de la Fira, cuatro días antes de que finalizara. Serían las dos y media o las tres de la tarde, no había excesivamente gente por la calle, llevaba veinte euros en metálico, un bolso grande, y una cantinela en mi cabeza que me había ido repitiendo durante el trayecto hacia allí para concienciarme de no comprar nada que no me pareciera realmente un chollo, y, claro está, no excederme de ese presupuesto que llevaba en el monedero.
Al llegar a la primera parada, ese olor tan característico de los libros viejos impregnaba toda la parada, y era realmente imposible reprimir una media sonrisa de complicidad hacia el ambiente, hacia los libros allí expuestos. Pensé que, como era muy temprano y tenía toda la tarde libre, lo mejor sería primero pasearme por todas las paraditas y echar una ojeada, y luego, al deshacer el camino andado, irme parando para comprar lo que hubiera visto que me interesaba. Además, tenía en mente hacerme con algo de Max Aub, (para aquellos que no lo sepáis, desde hace bastante tiempo mantengo un precioso e idílico romance con la literatura de este buen señor).
Tras mirar un poco por esa primera parada, comprobé que la mayoría de libros allí  expuestos no acaban de interesarme, y, quizás porque la tenía justo delante, me puse a hojear una Breve historia de la literatura española.
- Este que estás mirando vale 12 euros - dijo una voz que se había personificado a mi izquierda.
Miré al hombre en cuestión, un tipo bastante normal, ni alto ni bajo, más bien fuerte que delgado, con el pelo negro y rizado, de unos cuarenta años de edad, y le sonreí mientras asentía, dándole de ese modo las gracias por la información. Él, que supuse que sería el encargado de la parada, no pareció satisfecho con mi gesto, y siguió allí plantado. Siempre me ha molestado un poco eso de que me observen tan detenidamente mientras estoy mirando algo que quizás vaya a comprar, o quizás no, así que empecé a sentirme ciertamente incómoda, y seguí con la mirada fija en las páginas del libro que tenía en las manos, fingiendo un gran interés por aquellas páginas, aunque en realidad ni siquiera estaba prestándoles verdadera atención.
- ¿Buscas algo en particular? – preguntó, dirigiéndose de nuevo a mí.
- Pues no, gracias, sólo estaba mirando… - le dije en tono amable, esperando que eso fuera suficiente para que centrara su atención en cualquier otro posible comprador.
- Ah, vale, pero si quieres cualquier cosa y no la ves, no tengas apuro en preguntarme, eh –  me respondió sonriendo.
En ese momento se me encendió la bombilla, y el nombre de Max apareció en mi mente.
- Bueno, sí, ahora que lo dice… ¿No tendría por casualidad algo de Max Aub?
El hombre pareció  sorprenderse en un primer momento, y luego me sonrió de una forma que en ese instante no supe interpretar.
- Sí, pero no es lo que estás buscando, no te interesará.
En ese momento identifique esa mueca con una descarada suficiencia que hirió un poco mi amor propio, y con un tono más duro del que hubiera querido usar le pregunté sencillamente que por qué.
- Porque es una primera edición – me respondió con esa misma sonrisa.
Le miré perpleja unos instantes, y en seguida le pregunté con una chispa de fascinación en los ojos si podía verla. Él se lo pensó unos segundos, y luego me dijo que sí, claro, faltaría más, y se dirigió al interior del mostrador, donde estuvo unos minutos rebuscando. Mientras, yo iba pensando de qué primera edición se trataría y cuánto podría costar. Por mi poca experiencia en ese sector, imaginé  que rondaría quizás los 100 euros, como mucho, y que quizás, si era una buena primera edición, podría hacer un esfuerzo económico y plantearme la posibilidad de adquirirla… Estando yo en esas cavilaciones, el hombre me silbó desde el otro lado del mostrador, y me indicó  que pasara. Yo, muerta de curiosidad mal disimulada, me acerqué  a él, y vi como desenfundaba de un plástico transparente una edición de Espejo de avaricia, Valencia, 1927. Tenía el mismo aspecto que los facsímiles que edita de vez en cuando la Fundación que lleva su nombre, pero se veía que no era un facsímil. Le pregunté muy convencida el precio, y él, en lugar de decírmelo, dio la vuelta al libro y me señaló el ángulo derecho inferior. Tuve que mirar dos veces la cifra, y si hubiera tenido algo en la boca seguro que en ese instante me habría atragantado. Ese 700 escrito a lápiz no dejaba lugar a dudas: las primeras ediciones no estaban al alcance de mi bolsillo.
- ¿Ves? Ya te dije que no era lo que buscabas – confirmó el hombre, como si acabar de leerme el pensamiento, aunque supongo que en realidad se limitó a leerlo en mi cara.
Yo volví a sonreír para darle la razón, le agradecí el gesto, y me fui hacia la siguiente paradita.
Algunas las pasé  de largo, puesto que se trataba de paradas que a simple vista se notaba que eran de ediciones realmente antiguas que superaban los cien euros, y en otras me estuve un buen rato mirando entre los montones de libros, en busca de algún buen título por un buen precio. Los vendedores eran bastante amables, incluso en más de una ocasión me ofrecieron un taburete para que me sentara cómodamente y rebuscara por los últimos estantes. Rápidamente se me fueron las dos primeras horas sin que hubiera comprado todavía nada, pero habiendo visto tantos y tantos libros que empezaba a dolerme la cabeza. Como vi que todavía me faltaban un par de manzanas y la otra acera, pensé que lo más sensato sería volver para atrás, comprar los que hubiera visto, y volver al día siguiente, puesto que estaba realmente abrumada por la cantidad de libros que había llegado a mirar. Así pues, recorrí las tres que me quedaban de aquella manzana, donde, por cierto, en una de ellas encontré un libro de Aub por tres euros, aunque en una edición no demasiado buena, pero en muy buen estado, y compré un par de novelas más en otras paradas distintas.
Cuando volví a pasar por esa primera parada, el hombre de antes me sonrió y me preguntó con mucha naturalidad:
- ¿Qué? ¿Has encontrado algo de Max Aub?
Le contesté que sí, y él, que quizás no tenía demasiado trabajo y le apetecía hablar, me informó de que si estaba interesada podría intentar buscarme alguna edición que no fuera de las primeras por un precio más asequible, y me dio una tarjeta de su librería, invitándome a pasar una vez acabada la Fira. Le di las gracias, le dije que pasaría, y cuando ya me iba me dijo:
- Oye, si quieres ese libro de literatura que estabas mirando antes, te lo dejo por 10 euros.
Le miré con cierto interés, y cogí de nuevo el libro. Lo cierto era que estaba bastante bien, y no era tan breve como decía el título, así que aceptando su oferta, me lo quedé también.
Volví a casa la mar de satisfecha con mis cuatro compras, y, como había planeado, regresé  al día siguiente.
Saqué dinero de un cajero, y cometí el error de no ir repitiendo la cantinela del día anterior para concienciarme de no gastar demasiado…  Ese segundo día empecé por la acera de la derecha, la que me faltaba por ver. Al ser viernes había mucha más gente que el día anterior, tanto en las paradas como por la calle. En la primera en la que me paré encontré ya un par de gangas que ascendían casi a lo que había gastado el día anterior, pero eran verdaderas gangas. Se trataba de libros de la colección blanca de Crítica, que en cualquier librería pueden costarte a partir de 40€, y que allí  los vendían por 5, 8 o 10. Claro, ante tal oportunidad no pude evitar comprar un par a 8 euros cada uno… En esa acera no había muchas paraditas, y pronto crucé a la de enfrente, y me puse a mirar las que me habían quedado pendientes el día anterior. En una de ellas encontré una de esas ofertas que tanto llaman la atención: 1 libro, 1’95€; 3 libros, 4’95€. Era como un 3x2, así que empecé a mirar los títulos y empecé a coger. Y, a la que quise darme cuenta, tenía ya cuatro en la mano. Ante la incertidumbre de dejar uno o coger otros dos, pensé que, total, ya que estábamos, no venía de un par de libros más. Así que salí de la parada con 6 libros más a cuestas. En la siguiente caí en la tentación y compré otro más. De modo que cuando llevaba poco más de una hora iba con cuatro bolsas llenas de libros que pesaban más que yo, y tenía que ir parándome porque no me notaba ni los dedos, que se me estaban quedando, más que rojos, morados. “¡No tienes remedio!...”, pensé. Así que, decidida a poner remedio a ese afán libro-consumista que me había dado, me dirigí hacia la estación sin mirar  ninguna parada más, andando a paso tan firme como me permitía el enorme peso con el que cargaba. Pero, claro, resulta que también hay semáforos en Paseo de Gracia… Y al pararme en uno que estaba rojo, sin querer mirar, pero viendo, me fijé en una parada que el día anterior estaba cerrada y a la que no presté ninguna atención. Se trataba de una parada de Unicef, donde todo lo recaudado iría a dicha organización. Los libros que vendían eran de gente que los había llevado allí, o de librerías que los habían donado. Me acerqué sólo por curiosear, y encontré libros realmente buenos, nuevos, y al mísero precio de 2 euros cada uno… ¿Qué bibliófilo puede resistirse a algo así?... Yo soy débil, y sucumbí… Y salí de la parada con 6 libros más a cuestas, y con tantas bolsas que no podía ni andar, casi. La gente me miraba de forma extraña, y yo me moría de vergüenza, porque soy extremadamente tímida y no me gusta nada llamar la atención. Y claro, la llamaba, para qué negarlo… Si yo me cruzo con una chica que va cargada de bolsas de plástico verdes, marrones, blancas, donde sobresalen las siluetas de un montón de libros, con la cara roja por el esfuerzo, y que además se va parando cada X metros para abrir y cerrar las manos, y volver a coger las bolsas con más ímpetu, seguramente también me la habría quedado mirando…
Lo que está claro, pues, es que a mí personalmente me encantó la Fira, tiene un aire de lo más acogedor, y entre tanto libro te sientes como pez en el agua, por lo menos los que como yo disfrutamos casi tanto mirando y comprando libros como leyéndolos. Con paciencia y cariño, puedes encontrar buenos ejemplares por precios irrisorios, de todo tipo de libros y de literatura, para todas las edades y para todos los gustos.
Esta Fira es una cita con la cultura, ineludible para los amantes de la lectura, ya sea de libros antics o moderns, porque sin duda es una muy buena ocasión para disfrutar de esta pasión, que a veces puede convertirse incluso en un vicio.
Yo, personalmente, el año que viene no me la pierdo. Y te aconsejo que tú tampoco.
 Chubbchubb
Lee más

viernes, 8 de octubre de 2010

¡¡¡Por fin!!!: Mario Vargas Llosa



Este premio Nobel me ha llenado de alegría.  No se si  como dicen es un premio o no politizado, si hay algo en el trasfondo de motivos extraliterarios, pero es sin duda un premio merecido. 

He podido ir leyendo en las redes sociales comentarios poco amables hacia el autor de Conversaciones en la catedral, La ciudad y los perros, La fiesta del chivo, La Casa Verde, ..., Sus opiniones políticas le han ganado muchas antipáticas y no deja de asombrarme muchos de esos comentarios, en los que sus autores  hacen gala de sus prejuicios,  para alardear de no haberlo leído. Creo además que  han construido sus opiniones sin leerlo, sin escuchar el fondo de su mensaje,. Pero aunque tuvieran razón y no compartieran su visión del mundo, él trasciende las ideologías, es uno de los grandes. Tengo la sensación que lo ven como si de un escritor de medio pelo y de enorme promoción de marketing,   se tratara. Como si sus méritos fueran gratuitos. Vargas Llosa es un escritor que se reinventa en cada novela, que arriesga, que experimenta y no se ha ocultado tras aquello  que lo elevo al Parnaso de los grandes. Y creo que además que  en su  categoría como escritor, ha conservado la humildad y la capacidad de emocionarse con las historias que cuenta.

Vargas Llosa es mucho más,  es un clásico vivo. Recuerdo con emoción como nos hablaba de él ,allá por 1975, una profesora de literatura: de La casa Verde, de Pantaleón y las visitadoras, y el impacto que me causo leer Los jefes, Los cachorros,  Conversaciones en la catedral.  Como ha dicho un periodista: en este caso,  es el escritor quien honra al Nobel. 

Además,  ama con pasión la literatura, la de los demás, no solo la suya.  Leer uno de sus artículos sobre libros te despierta el instinto de salir corriendo a buscarlo para seguir el camino que nos ha trazado y descubrir las huellas con las que nos ha precedido.  Cualquier escritor vendería su alma por haber escrito la peor se sus novelas y el admira a los demás con la pasión de un lector  que olvida que él ha escrito mucho mejor que aquello que alaba. 

Sería  un pecado imperdonable dejar que los prejuicios  impidieran acercarse  un autor tan grande.
Ayer cuando le notificaron  su premio, se fué al Instituto Cervantes de Nueva York a dar la rueda de prensa de rigor. En realidad fue a homenajear al Español  como lengua .

Es un escritor que  nos une en el idioma, es un puente entre Hispanoamérica y España.

No lo esperaba, dijo hace mucho tiempo, creia  que el nunca lo recibiría. 

Me siento feliz.  Se equivoco.

Julia
Lee más

domingo, 3 de octubre de 2010

El ser o no ser de la novela Histórica


Uno de los géneros literarios que mas aceptación tiene entre los lectores es el de la novela Histórica. El debate sobre lo que es, lo debe ser, la imagen que un novelista tiene frente a los académicos  e intelectuales,  es un debate curioso y enriquecedor, porque la ficción como tal tiene muchas caras.
No sé que rigor es mas importante: el que se asienta sobre los hechos o el que da vida a lo cotidiano de unas épocas remotas y nos sumerge de repente en las vidas de los hombres normales, de sus creencias,  de sus supersticiones, de sus costumbres. Personalmente me  gusta mas la segunda opción, la que da vida a una historia ficticia que se asienta sobre los pequeños detalles.
En cualquiera las opciones: la ficción ambientada, la  novelización de los grandes hechos o de los personajes que marcaron  el devenir de los tiempos, la historia cotidiana transmitida a través de referentes reales con personalidades recreadas en la imaginación del escritor, ..., lleva detrás una constante: la documentación.
Parto de la base de que yo no quiero aprender historia cuando leo una novela. Esta puede introducirme en el personaje o en la época,  pero para aprender con rigor acudo, o  mas bien acudía, a los historiadores. En  una novela busco una historia que me atrape y me entretenga, o que me haga viajar en el tiempo. Pero no puedo despreciar, no quiero  hacerlo, ese trabajo  silencioso, que constituye el esqueleto o la urdimbre sobre la que todo se edifica.
Hace un par de días tuve la oportunidad de quedar con dos novelistas  de este género: Santiago Morata, amigo  con el que estoy constantemente en contacto,  y conocer a Marisa Azuara  a quien la crítica la ha tratado de forma muy polarizada.
Santi  es brillante y polifacético,  con un sentido del humor inteligente y meticuloso en los detalles, eso ya lo sabía. Sé como trabaja y con que rigor trata de documentarse  Debió de ser todo un reto para sus maestros, con su voracidad por  el conocimiento. A  Marisa no la conocía y me descubrió una complejidad en sus planteamientos literarios que me dejo impresionada.
No es una mujer ambiciosa en sus aspiraciones,   en el sentido de que prefiere renunciar a sus posibles beneficios y ser fiel a sus principios,  con lo que ya  de entrada me gano. Este es un mundo de vedettes mediáticas,  en el que sientes que la mayoría de las veces es mas importante una buena campaña de marketing que un buen  producto. Porque al final, es así como se trata a los autores.
Marisa ha investigado sobre la figura de Cristobal Colon sobre el que prepara una novela. Al margen de sus descubrimientos, valorados por unos ( los que conocen como se ha documentado) y ridiculizada por otros, (los que no han querido molestarse en conocerla sin prejuicios), su planteamiento es muy original dentro de la maquinaria editorial: ha publicado un libro de ensayo en el que cuenta sus descubrimientos.   Que quede muy claro que ha accedido a  documentación  original, que ha contado con la colaboración de  los descendientes de Colón, de paleógrafos no solo españoles, también italianos. Ha investigado tanto textos legales de la época como legislación y  analizado las traducciones de toda esa documentacion previa a sus investigaciones tanto en italiano como en español.
No se si alguien  ha tratado de acceder a un documento del siglo XIV, yo recuerdo un trabajito de la carrera,  una novela de aventuras de caballería, El caballero de la rosa creo que era, pero es una labor complejísima. Las grafías son endiabladas y el contar con la ayuda de especialistas en ese terreno como en el del difícil mundo de las leyes y de las relaciones feudales  de la época, es  una base muy solida para trabajar estos temas, pequeños matices que se escapan a los aficionados aventajados e incluso a los mismos estudiosos en solo algún aspecto. Es un trabajo de equipo y de coordinación. Pero es sobre todo admirable el molestarse en ir al origen  pasando por encima de las traducciones  consideradas como el punto de partida de la mayoría de las investigaciones. La técnica paleográfica ha avanzado muchísimo con el paso de los años, con las digitalizaciones y con los posibles tratamientos de los documentos con  procesos inimaginables hace un tiempo. 

Como resultado de novela  no se cual será, aun está en proceso, como  proyecto de investigación es casi embriagador, Marisa además lo transmite con pasión, emocionándose conforme va recordando como se perfilan los descubrimientos  y las nuevas pruebas, la confirmación de alguna sospecha.
El  rigor de su trabajo, al margen de como se ha recibido en algunos sectores , esta demostrado con la invitación a la leer la lección inaugural del curso 2010 en la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, institución de la que son miembros numerosos Catedráticos de la Universidad de Zaragoza, así como juristas e intelectuales de primer orden.

Hace un tiempo, en una presentación  José Luis Corral, investigador reconocido,  profesor universitario, además de novelista de éxito,  comentaba la suspicacia que levantaba  entre sus colegas de profesión docente su faceta de novelista. El lector creo que no  aprecia en lo que vale el trabajo de documentación, que le importa solo el resultado final de lo que lee, pero a la hora de la verdad, si nota las discordancias y la falta de rigor  y a la mayoría, el exceso de licencias le molestan. Al historiador tal vez le deprima la trivialización de la historia. Pero creo que no podemos olvidar cuando tenemos entre manos un libro de ambientación, de trama o de novelización histórica,  el esfuerzo que ha implicado  su telón de fondo, la documentación y el trabajo de síntesis que hay detrás, ( porque tan importante es lo que se  pone como a lo que se renuncia),  ya sea este una novela de intriga, romántica o de vocación histórica en sentido mas purista.

He querido sintetizar mis comentarios en  tres nombres nada mas muy diferentes, pero podría hablar del proceso de trabajo Carlos Aurensanz, de como integra los detalles Olalla García,   de Ángeles de Irisarri y su capacidad para plasmar en un todo lo cotidiano, de la meticulosa ambientación de sus novelas que hace Jerónimo Tristante, de muchos otros.  Al final al lector le llega un todo, depurado y conmovedoramente riguroso desde sus diferentes enfoques.
Julia
Lee más

martes, 28 de septiembre de 2010

¡¡¡Mi nuevo juguete!!!

¡Por fin! ¡Ya está aquí! ya tengo en mis manos mi primer lector de libros electrónicos, un precioso Kindle de tercera generación.

Y digo por fin porque... aunque tardas un año en decidirte, luego no puedes esperar ni un día en tenerlo en casa. Eso sí, hay que reconocerle al señor Amazon que se lo curra, y desde su Web puedes ver dónde está el pequeñín en todo momento... sale de USA, llega a Colonia (ya viene, ya viene), pasa por Madrid (¡Dios! que llegue ya que me quedo sin uñas...), Zaragoza, Bilbao (¿acaso está haciendo turismo?)... y finalmente llega a casa.

En casa me siento en el sofá, en silencio... bueno, primero mando a mujer y niños al parque... y como decía, me siento, en silencio, abro la caja y... ¡¡qué bonito!! Pasado el shock inicial, y casi babeando, corro "al despacho", lo saco de la caja y me dispongo a quitar un papel que está encima de la pantalla y que indica con un dibujo cómo realizar la primera carga… eh… esto no sale… ¡pero si no es un papel! ¡Es la pantalla del Kindle! me quedo alucinado, con los ojos como platos y la boca abierta... esto prueba que el lector es bueno, muy bueno. Lo conecto al puerto USB, dejo que se cargue y paso mi primer e-book, uno, para probar. Enciendo el lector y busco el libro, lo abro y… si la primera impresión había sido buena (con el supuesto papel que tapaba la pantalla), la segunda aún es mejor.

La pantalla es de seis pulgadas, que viene a ser como un libro de bolsillo, pero la calidad de la imagen es bestial. Las letras están perfectamente definidas, por comentarios de gente que tiene éste y otros lectores, el nuevo Kindle es especialmente bueno en este apartado, ya me gustaría que algunos libros que tengo tuvieran esa nitidez. Pero además, con un botón puedo elegir entre unos ocho tamaños de letra, tres entrelineados y tres tamaños de márgenes, vamos, que es imposible no encontrar una configuración ideal. Y las ventajas no acaban ahí, no pesa nada (aún recuerdo la pasta que me ahorre este verano en gimnasio leyendo Un mundo sin fin, además es ideal para los que leen fuera de casa); puedes almacenar cienes y cienes de libros (ideal para las vacaciones); la tinta electrónica no cansa la vista… además mi Kindle viene con diccionario de inglés (creo que hay de otros idiomas), marcas la palabra que no conoces en el texto y te sale la definición sin tener que andar buscando en diccionarios; también es capaz de leer libros en inglés (curioso, y divertido si le pides que te lea uno en castellano); tiene wi-fi para comprar libros sin necesidad de ordenador, suscribirte a un periódico (están prácticamente todos los españoles en Amazon) y que se descargue cada mañana a tu pequeñín o navegar por Internet. Y para acabar, viene con unos salvapantallas con grabados de imágenes de autores clásicos que quitan el hipo… preciosos, lo digo porque ayer estuve apagando y encendiendo el Kindle durante varios minutos para ver las diferentes imágenes que tiene.

Sólo llevo un día con él, y apenas habré leído unas páginas… pero ya me considero un incondicional de los lectores electrónicos en general y del Kindle en especial. Voy a tener que enseñárselo a mi bibliotecaria, que el otro día me comentaba que ella prefería el libro de papel, la sensación de cogerlo, olerlo (¿?), pasar las páginas… reconozco que los libros tienen su encanto pero… tengo claro que no ha probado con un libro electrónico (aquí pondría el emoticono del diablillo). Y que conste que no voy a dejar de comprar libros de papel, que también me encantan.

Y ahora, si me permitís, voy a disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida, leer… así que me pongo cómodo, enciendo mi lector y me dejo transportar a la Europa de la 2ª Guerra Mundial de la mano del maestro Zweig...
Fdo :  Kobayashi

Lee más

domingo, 26 de septiembre de 2010

¡¡Gracias a todos!!

Creo que después de dormir  unas cinco horas en dos días  va siendo hora de irme a la cama. Gracias a todos los que habéis hecho posible este encuentro en Madrid de las III Jornadas del Foro ¡¡Ábrete libro!!, en especial a los participantes de las mesas: Manuel  Cortes, Juan Villalba, Eva Perez, Rafael Marín, Juama Aguilera,  JAngel Muriel, Fedra Egea, Jose Maria Faraldo, Pilar Adón, Javier Reverte, Santiago Morata, Salvador Navarro, Sol Alonso, Javier Oliva,  Jorge Díaz,... A Jerónimo Tristante, tengo que pensarmelo que creo que aun no me he recuperado de dolor de estomago ( o serán agujetas), que me ha provocado su conversación durante la comida del domingo. Sin olvidar la  aportación desde la distancia de Pedro de Paz.

Un enorme abrazo a Lucia,  a Olga y Cari por su presencia y su apoyo en todo momento a esta histérica que creía que no íbamos a llegar a todo. Y a todos los que habéis estado allí  participando y colaborando con vuestras presencia y vuestras  preguntas..
Lee más

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cambios en la Revista de ¡¡Ábrete libro!!

Hace casi año y medio  iniciamos un proyecto en el que hacia tiempo  llevábamos pensando, un grupo de foreros  con apoyo de nuestra administradora Lucía: el  elaborar una revista con un contenido trabajado y de carácter temático, escrito por  unos amantes  que leen y para un público que ama la lectura. Bajo la  batuta de Gabriel, antiguo administrador de nuestro foro y con un equipo de redacción    ilusionado con el proyecto,  estamos ya embarcados en la novena entrega.
Hemos tratado de primar sobre todo la calidad dejando tal vez algo olvidados los títulos más inmediatos,  tema que vamos a intentar subsanar en la nueva etapa de este espacio desde el que os escribo.  No os extrañéis si os llegan mensajes pidiéndoos que  mandéis vuestros comentarios de un libro que estéis comentando en foro,  de una presentación a la que asistáis,  porque esa es mi intención  para este blog. Ya sabéis que siempre estoy  reclamando colaboraciones,

En la Revista no pretendemos hacer crítica académica,  sólo queremos escribir sobre lo que nos gusta de forma mas pausada o genérica o específica de que lo que solemos hacer en los comentarios de los libros en el foro, y creo que ha sido un éxito.  Los artículos son variados y sobre todo sinceros,   trabajados con la ilusión de abrir puertas  por y para lectores, despojándonos de ropajes críticos,  pese a que algunos de nuestros redactores estén sobradamente cualificados para hacerlo.
El equipo, con colaboraciones  puntuales, a las que siempre tenemos la puerta abierta,  se ha ido ampliando y enriqueciendo y  hemos también consolidado  lazos más fuertes entre nosotros que los de simples conocidos en un foro tan grande como este, lo que es otro   motivo para llenarnos de ilusión.
Algunos han tenido por motivos personales que dejarlo,  aunque me consta que nos siguen. Otros  se  han apartado de forma temporal para reincorporarse con la misma ilusión más tarde de nuevo, Y todo esto  animado por ese gallego cascarrabias de enorme corazón e inteligencia que es  Gabo. Es, creedme, un jefe estupendo que ha sabido transmitirnos la ilusión y la energía necesaria aun en los momentos de desánimo y que siempre esta ahí cuando se le necesita.

Pero  los cambios también le han llegado a él,  y como por trabajo y por otras circunstancias ya no puede seguir tan de cerca  dirigiendo a esta pandilla de locos, ha decidido pasar el testigo y a partir de ahora sera Conchi Sarmiento, nuestra jabata Hypathia quien se hará cargo del tema de guiarnos con su látigo de siete colas. Gabriel continuara ahí  sin desaparecer, pero ahora tenemos  una jefa a la que seguiremos apoyando con la misma ilusión y la misma dedicación. Hyphatia es una mujer brillante que se esconde detrás de una cortina de humildad y de post cacasbeleros pero todos conocéis sus enormes conocimientos sobre literatura y capacidad para transmitir  entusiasmo.

Para vosotros espero que todo continúe igual.Os esperamos en las páginas virtuales de nuestra Revista.
Lee más

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA TRAGEDIA DEL "CASTILLO DE OLITE": CONFERENCIA DE LUIS MOLLÁ AYUSO


Artículo de Sue_storm
En la tarde del 6 de septiembre, los foreros que tuvimos la suerte de asistir a la conferencia que nuestro amigo Luis Mollá Ayuso (Escorpion en el foro) ofreció en el Centro Cultural de los Ejércitos, en pleno centro de Madrid, disfrutamos de una apasionante exposición sobre un tristísimo episodio de los últimos días de nuestra Guerra Civil: una malhadada aventura con tintes de tragedia griega, que, a pesar de contarse entre los siniestros marítimos con más víctimas de la Historia, se ha visto silenciada con implacable insistencia a lo largo de las décadas.
De la mano de Luis, revivimos con emocionado interés la última singladura del buque de transporte de tropas "Castillo de Olite", que el 7 de marzo de 1939, con más de dos mil personas a bordo, se dirigió confiadamente al puerto de Cartagena, ajeno al destino que le aguardaba: terminar hundido frente al islote de Escombreras, víctima de los disparos de una batería de artillería que creyeron amiga y resultó no serlo. Las transparencias que acompañaban a la exposición fueron una ayuda eficaz, ya que nos permitieron situarnos en el lugar de los hechos y ver los rostros de los principales actores del drama. Y creo que todos los presentes acabamos compartiendo la conclusión del conferenciante: la verdadera tragedia del "Castillo de Olite" no fue el hundimiento -al fin y al cabo, un hecho de guerra: tardío e inútil, sí, pero no más terrible ni más sangriento que muchos otros-, sino el manto de silencio que cayó sobre esta historia y el trato desconsiderado que años más tarde recibieron los restos del buque hundido, tumba de más de mil cuatrocientas víctimas. Luis Mollá Ayuso, que ha investigado exhaustivamente estos hechos, los ha novelado con respeto y valentía en su libro de reciente publicación, bajo un expresivo título: "Perdidos en la memoria".
Tras la conferencia hubo firma de ejemplares, y finalmente Luis compartió un rato de amena tertulia con nosotros. Lucía, Brontte, Barsabá y yo misma fuimos los privilegiados.
Lee más

lunes, 6 de septiembre de 2010

En otoño llegan las novedades.


Llega el Otoño, y con el empiezan a llegarnos las novedades editoriales.
Después de una temporada algo escasa  por aquello de la crisis,  podemos  empezar a  prepararnos para lo que nos llega. Hay novedades   de todos los gustos y colores, para lectores cultos, para entretener, para sentir miedo, para reír, para llorar, para leer.... : nos llega lo nuevo de Almudena Grandes,  Mario Vargas Llosa, Ken Follet, Anne Rice, Suzanne Collins, o Cornelia Funke, están ansiosos por invadir nuestro foro y compartir espacio con viejos libros libros ya conocidos y redescubiertos cada día. Tendremos nueva edición El final del ave Fénix de Marta Querol que tanto ha gustado a los foreros que lo han leído
Eso sin contar con las novedades  de zombies  que están por llegar. Solo citare dos para abrir boca: la esperada continuación de Los Caminantes, Necrópolis, y la GDM, de nuestro forero Alejandro Castroguer.

Poco a poco nos iremos haciendo eco de las novedades en esta nueva etapa del blog, que interarmos potenciar y que sea mas variado.




Lee más

martes, 27 de julio de 2010

III Terceras Jornadas literarias ¡¡¡Abrete Libro!!!

Ya estamos en marcha y a puntito de definir  los últimos detalles.
Mientras os  comunico que tenemos una  oferta por parte del hotel Abba Atocha que creo que nos resulta bastante bien para los que venís de fuera. Si podéis ir confirmándome iré  notificando a la Dirección del hotel las habitaciones que nos tienen que ir reservando de momento tenemos ya  unas cuantas.

La cuota de suscripción este año sera mucho mas económica ya que no vamos a incluir el tema de los restaurantes,  pero  miraremos sitios para poder ir en grupos de tapeo o para acudir a comer en grupos mas pequeños. El año pasado hubo gente que se freno mucho por este tema.
Como Lucia ha comentado en el hilo la suscripción a  las Jornadas oscilaran en función de lo consigamos de subvencon, entre los 10 y los 15 euros. Así que no tenéis escusa para animaros a participar.  Tenemos unas mesas de lujo y una excelente oportunidad para juntarnos y  conocernos.
Lee más

domingo, 27 de junio de 2010

Ya tardabamos

Ya nos tocaba, que hacia dias que esto funcionaba sin problemas.
Pues que sepais que se nos ha escacharrado. Me da que Canada no esta contenta con la visita del Presi del gobierno. No localiza el servidor.
Lee más

domingo, 20 de junio de 2010

Homenaje a Saramago

La literatura se ha vuelto a quedar huérfana de padre. Si hace dos meses perdíamos a Delibes, hoy tenemos que reclamarle a la parca otro gran escritor. Un hombre que nos mostró la Lucidez al fondo de la Caverna, que hizo del Memorial del convento una Barca de piedra, que de entre Todos los Nombres destacó el de Caín, que nos hizo Viajar en elefante... Ojalá fuera cierto que la Muerte tiene intermitencias, porque así podríamos seguir disfrutando de la literatura de un Hombre que nunca será Duplicado, porque no habrá dos como él.

Autora: forera anónima
Lee más

jueves, 3 de junio de 2010

Derechos de los niños a escuchar cuentos

Manuel Cortes nos  ha dejado  este decálogo elaborado por la Asociación Colombiana del Libro Infantil.

1. Todo niño sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.
2. Todo niño tiene derecho a exigir que sus padres les cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás les vuelvan a pedir otro cuento.
3. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.
4. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que por diversas razones no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo modo aquellos abuelos que carezcan de nietos están en perfecta libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil, donde podrán contar cuantos cuentos quieran.
5. Todo niño está en el derecho de saber quienes son los hermanos Grimm y Andersen, entre otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y poesías de esos autores.
6. Todo niño goza a plenitud del derecho de conocer las fábulas, los mitos y leyendas de tradición oral de su país.
7. El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como a modificar los ya existentes, creando su propia diversión.
8. El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que éstos sean realmente hermosos.
9. El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.
10. Todo niño, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras del Tío Tigre y Tío Conejo, de aquel caballo que era bonito y del inmortal había una vez… palabra mágica que abre las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.
Como dice Manuel : 
 
Mil sonrisas y nos seguimos contando.
Lee más

domingo, 30 de mayo de 2010

Un día en la feria del Libro de Zaragoza.


Santiago Morata, Sandra Andrés, Julia Duce 

Estamos en medio de las Ferias del Libro,  la dos grandes son Madrid y Barcelona, allí las editoriales presentan sus novedades y llevan a sus escritores estrellas.  Su público espera el contacto directo, y sus preciadas firmas en los ejemplares recién adquiridos.  Provincias es otro mundo, menos glamuroso, porque tal y como esta el patio, las librerías que quieren traer a autores a firmas deben luchar por hacerlo con mas bien poquita colaboración de los grandes de este mundillo. Pero pese a todo   la imaginación y la voluntad todo lo puede. 
Ayer fue para mi día de estreno. Me acerque a nuestro precioso paseo de la Independencia en cuyos soportales están las pocas casetas que disponemos ( me dio la impresión que eran menos que otras veces),   buscando a los amigos  que sabía estaban firmando: Sandra Berenguer, nuestra jovencisima autora del Violín negro, ( que bien esta funcionando),  Carlos Aurensanz,  siempre con la sonrisa  y la bondad puesta, mi querido Santi, que es mas que un escritor, es  un amigo pícaro y divertido, con su sentido del humor arrollador  y  una de las estrellas del día de ayer en la Feria: José Carlos Somoza.  

Pero la Feria del libro es mas que una sucesión de casetas donde se venden libros y los autores firman, tenemos también  muchas actividades, que hacen que el comprar libro no se el único objetivo y en ese sentido ayer fue un buen día:
Tras tomar café con Santi y Carlos,  había quedado en puerta de la Carpa del la feria con varios foreros y escritores para ir a dos actos: la presentación de El cebo de José Carlos Somoza, con su libro salido apenas hace 15 días y ya va por la segunda edición., y el encuentro de literatura fantástica
Eran mis compañeros de aventura: Fer, ( Fernando Martinez), David Jasso y Roberto Malo. Y nada mas entrar pudimos encontrarnos con José Carlos y con su presentadora de lujo Teresa Sopeña escritora  de Zaragoza a descubrir:

  José Carlos Somoza, David Jasso, Roberto Malo, Teresa Sopeña y delante Julia ( que conste que yo quería una esquinita y los caballeros me hicieron colocarme allí)

La presentación del acto estuvo a cargo de Juan Bolea, que es uno de los animadores culturales de la ciudad y nos hace de anfitrión en muchas de estas visitas. Estuvo como siempre estupendo  en su introducción a la novela y al autor y de Teresa, que hizo la interpretación de una lectora fascinada por  ese universo que El cebo nos presenta, tan lleno de complicidades y claves  no demasiado alejadas de la realidad, tan solo, como su autor nos dijo, una vuelta a la tuerca a  aspectos con los que ya convivimos. 
Juan Bolea, José Carlos Somoza  y Teresa Sopeña
 
Entre los asistentes muy cerca de nosotros esta también Félix de Palma,  ( habrá que leer algo de él porque mis amigos no dejaban de decirmelo y de alabar sus maravillosa prosa). Encantador pero con poquito de prisa, al acabar. Tenía que preparar su intervención en un espacio diferente El ámbito cultural de una gran superficie.

 Roberto y Félix

Dentro de las actividades de la Feria se están ya  consolidando los encuentros de literatura fantástica coordinados por Fernando Marías. Son dos sesiones en los que los participantes de la mesa nos hacen jugar y sentir las historias que  nos han preparado. Si el año pasado estuvieron dedicados a nuestros particulares monstruos, este año se dedica al Viaje en el Tiempo. Así que tras un respiro en una cafetería cercana, nos dispusimos a  asistir a la sorpresa que nos habían preparado Fernando y sus amigos: José Carlos Somoza, Félix de Palma y Patricia Esteban Érles: una personal visión de viajes en el tiempo con una amenaza inquietante que nos tuvo en vilo y mirando el reloj toda la sesión.
Cuentos de yos duplicados que viajan el tiempo, de  enfermedades contagiadas, de tramas maquiavélicas y verdades personales, en un ambiente de juego con sobresaltos y la ansiedad de la espera de una nota necrológica en la prensa de hoy.
Al final los escritores no están tan lejos de sus tramas y sus novelas.  

Lee más

viernes, 21 de mayo de 2010

Encuentro autor- lector en la Feria del libro de Cadiz

JAVIER CASTRO. MI IMPRESIÓN COMO AUTOR

Se dice que la primera vez en todo pone de los nervios. Y se dice con razón. Con motivos. Porque es así. Sin embargo, firmar en Cádiz, en tu ciudad, en tu casa, y sabiendo de antemano que la crisis no da para muchas alegrías, me predisponía para afrontar el reto con la tranquilidad del que ya sabe a lo que se enfrenta. Máxime cuando me había propuesto, como bien anuncié en el Foro, que me conformaba con estrenar el nuevo bolígrafo.

Pero he aquí que, como los besos inesperados que saben tan bien, la sorpresa llegó en forma de lectores y lectores que se iban acercando con curiosidad a cambiar impresiones de mis novelas o con el deseo de adquirir algún ejemplar que otro. Y no fueron muchos, pero sí los suficientes para que saliera de aquella noche con una sonrisa pintada en los labios. Ahora que lo más emocionante llegó al principio. Justo cuando uno se debate entre pensar si está allí para firmar o para que le arrojen cacahuetes como a los monos del zoo. Me quedo con ese instante en el que me topé con los ojos brillantes e ilusionados de Yasmina. Esa chica del foro, soñadora, alegre, jovial y luchadora que me hizo entender en unos pocos segundos, una vez más, lo maravillosas, singulares y encantadoras que pueden ser las personas.

Y lo digo con la boca grande. Me hizo ilusión que alguién del Foro estuviese allí. Que hubiera invertido parte de su tarde en ir a verme, a interesarse por mi trabajo. Que sus palabras de asistir y de apoyo no fueran en balde, una bruma escrita en la red para luego disfrazar lo dicho con una disculpa que sabe a pudo ser y no fue. Por personas como ella escribo. Por esos lectores que te miran de forma especial, como si hubieras hecho algo grande, cuando lo más grande ya lo han hecho ellos sin darse cuenta.

Sí, luego se marchó. Quedó nuestro acto reflejado en una instantánea, la primera de churro, que conste, pero luego, tras hablar de un sueño-proyecto que ojalá cuaje, nos despedimos con la promesa de que el Foro "Abrete Libro" siguiera siendo nuestro canal de enlace. Nuestra vía de contacto entre un escritor que ansía ser leído y una lectora que busca que la sorprendan a cada página y anhela algún día contar lo muchísimo que tiene por dar.

Apagado ya aquel día, haciendo balance con la almohada, uno se alegra y da gracias a quién corresponda por el hecho de que lo que un día creíste un sueño, haga feliz o entretenga a un buen montón de gente, y si entre esa gente se esconde un mínimo de personas semajantes a Yasmina, uno se da por eternamente recompensado...

YASMINA. MI IMPRESIÓN COMO LECTORA

Este sabado estaba nerviosita, ya que nunca habia conocido a un escritor en persona. Quizás sea porque siempre se tienen como alguien a quien no puedes ver ni tocar; como a los famosos de la tele que sabes que existen pero nunca los ves por la calle,paseando o comprando el pan.

Cuando llegue ya estaba alli, y aunque en principio no lo reconoci por el hecho de que en la foto del libro aparece con gafas y alli estaba sin ellas, me decidí a entrar en el stand de firmas. Fue él, el que al final me preguntó si yo era Yasmina. Fue entonces cuando supe que no me confundia.No fue mucho tiempo, pero estuvimos charlando y me estuvo aconsejando mucho sobre el libro que tengo escrito pero aún sin correguir. Entre sus palabras, me alentó para que no lo dejara y siguiera adelante con él.

Fue una tarde diferente en la que conoci a un hombre muy simpatico y familiar.
Lee más