viernes, 20 de septiembre de 2013

Elba reúne las cartas entre Lorca y Dalí

Que la Residencia de Estudiantes fue lugar de creación y encuentro de grandes artistas e intelectuales es por todos conocido, y de cuyos efectos hemos gozado en las creaciones que se produjeron a lo largo del siglo XX. Lo que no se conoce en el mismo grado es la intensidad de las relaciones personales que se dieron entre quienes convivieron en el edificio más significativo de la calle Pinar, a pesar de las múltiples investigaciones y especulaciones.

“Querido Salvador, Querido Lorquito” es la obra bajo la que la editorial Elba ha tratado de poner blanco sobre negro la totalidad de las cartas conservadas entre Federico García Lorca y Salvador Dalí. Los autores de esta edición son Víctor Fernández y Rafael Santos Torroella, que han pretendido que se pueda acceder de forma clara y completa a todas sus cartas que han visto la luz. Además, esta edición aporta las cartas que el poeta de Granada mantuvo con la hermana de Dalí, su padre y su amiga Lidia Noguer.


La amistad entre ambos artistas comenzó en enero de 1923, en la Residencia de Estudiantes en el que se encontraron algunos de los principales protagonistas de la cultura y la ciencia de mediados del siglo XX español.


La amistad entre García Lorca y Dalí comenzó en, en el contexto cultural e intelectual único de la Residencia de Estudiantes, hasta alcanzar su momento de mayor apogeo algo antes de la expulsión de Dalí de la academia de San Fernando, tal y como se recoge en las cartas. La relación se mantuvo algunos años más hasta el comienzo de su distanciamiento de en septiembre de 1928.


De Dalí a Lorca han sobrevivido más de treinta cartas, mientras que de Lorca a Dalí solamente se conservan siete. Según relata el editor Víctor Fernández en el prólogo, las responsables de la falta de esas cartas son Ana María Dalí, hermana del artista, y Gala, su mujer y musa.


En la obra “Querido Salvador, Querido Lorquito” se con un orden cronológico las cartas entre ambos de 1925 y 1936, además de una amplia selección de notas donde se explica con detalle el contexto de los envíos y el contenido de sus misivas.


Estas cartas mantienen el interés por Dalí y Lorca en un lugar central de la actualidad cultural, y permiten conocer de primera mano su relación más cercana. A pesar de su orden y franqueza no quita que haya que leer entre líneas algunas de ellas.

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jueves, 5 de septiembre de 2013

"El último lapón": Los conflictos y odios históricos en un lugar aparentemente tranquilo



Hay libros que empezaron siendo un reportaje. Y reportajes que terminaron encuadernados como un libro. Oliver Truc no recuerda muy bien cuál fue su idea original, pero tras más un década viviendo en Estocolmo y documentándose sobre remotas tierras y culturas ancestrales tenía claro que ese conocimiento debía plasmarlo en una novela.

El frenético trasiego de viajes, entrevistas y fotos no parece agotar al periodista francés corresponsal en los países báltico para el diario Le Monde. A él se le ve relajado en el Hotel de las Letras charlando con otros periodistas. Comenta que el Dios del periodismo es el Hecho, y en ello se ha basado para construir su última novela, "El último Lapón" (Destino), una obra que describe los problemas reales a los que se enfrentan los samis. Este pueblo, que se extiende por los tres países nórdicos y cuyo rasgo distintivo es la cría de renos, siente que tanto su cultura como sus derechos se ven amenazados tanto por los grandes intereses empresariales que buscan recursos minerales en la zona como por los partidarios de la ultra-derecha noruega que pretenden reducir sus privilegios. "Tenemos una imagen de los países nórdicos como grandes defensores de los Derechos Humanos, pero no siempre ocurre así en sus propios países", deja caer Truc.

"Si al final escribí una novela y no un reportaje es porque la primera te permite una mayor profundidad y mostrar varias perspectivas", comenta Truc, quién sin embargo, apuntó que algunos elementos que aparecen en la novela, como que de los 27 tambores chamanes sami ninguno esté en Laponia o el desprecio al que se ven sometido la policía de los renos, suceden en la realidad. El periodista francés quiso dejar claro que no busca recrearse en los paisajes fascinantes de

Precisamente, la ira del pueblo sami por el robo de un tambor donado por un anciano francés y la falta de medios en la investigación son dos de los problemas a los que tendrán que hacer frente los protagonistas de la novela, Klemet Nango y Nina Nansen. De su coordinación y su ímpetu por averiguar el origen del caso dependerá buena parte del éxito o el fracaso de la investigación.

"El último lapón" pretende ser un simple aperitivo de los problemas que Oliver Truc quiere enseñarnos sobre la idílica y tranquila Laponia, aunque entre risas no descartó que si se cansa de los personajes en algún momento de la saga, "los deje morir de frío y punto."
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