domingo, 6 de enero de 2013

Presentación de “La isla más pequeña del mar” de Luis Mollá, en El Puerto de Santa María




En la tarde del 12 de diciembre, cuando ya en las calles empezaba a respirarse esa navidad que ahora nos ha dicho adiós, el marino y escritor Luis Mollá Ayuso (Escorpion en el foro) presentó en El Puerto de Santa María su más reciente novela: “La isla más pequeña del mar”, publicada por J. M. Ediciones. 

Fuimos muchos los lectores y amigos de Luis que nos reunimos en la Bodega Mora de Osborne, uno de los enclaves más hermosos de El Puerto de Santa María, para acompañarle en esta presentación. Sabíamos que se trataba, además, de un acto solidario, pues los beneficios que se obtuvieran de la venta de libros en esa tarde irían destinados a la Asociación Pablo Ugarte para la lucha contra el cáncer infantil. Y la iniciativa fue todo un éxito: desde el mismo momento de nuestra llegada pudimos ver lo animado que estaba el stand de venta de libros, en el que no sólo se ofrecían esta y otras obras de Luis, sino también la novela “En el calor de la tarde”, de su compañero y amigo Antonio Ruibérriz de Torres, otro ilustre forero conocido entre nosotros como Fenix. 

Envueltos por los exquisitos aromas del vino, y magníficamente atendidos por Luis - que no se dejó a nadie sin saludar, ni un solo libro por firmar-, los asistentes esperábamos  la llegada de quien debía conducir la presentación: la conocida escritora Almudena de Arteaga, que en esos momentos volaba más que corría hacia El Puerto, desde el cercano aeropuerto de Jerez. Un acto previo la había retenido en Madrid más tiempo del previsto; sin embargo, no tuvimos que esperar demasiado hasta que su rubia y elegante presencia se materializó en la mesa. Parecía caída del cielo. Y eso que, para entretener la espera, Luis ya había tomado la palabra, nos había presentado a los otros integrantes de la mesa - su editor, el representante de la bodega y el abuelo del niño Pablete-  y en el momento de la angelical aparición de Almudena, nos estaba hablando de la Asociación Pablo Ugarte, fundada por un oficial de Marina y su mujer después de que el cáncer les arrebatara a su hijo, y nos explicaba los logros que habían alcanzado recientemente: desde el apoyo a varios equipos de investigación, hasta el reparto de juguetes a niños hospitalizados, o la ayuda a las familias de estos.

Ya con Almudena, el acto pudo centrarse en su verdadero objetivo: hablar de la novela. Bajo la forma de un diálogo entre amigos, en el que Almudena introducía y preguntaba, y  Luis iba desgranando  respuestas con su habitual savoir faire, pudimos compartir una confidencia de Almudena, que nos contó lo mucho que le había impresionado la lectura de “La isla más pequeña del mar”, pues la terrible experiencia que vive su protagonista es la misma que a ella le asaltó muchas veces, en forma de pesadilla recurrente, cuando sus hijas eran pequeñas: soñaba que un golpe de mar se las arrebataba, y que morían ahogadas ante sus ojos, sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo. 

Luis, por su parte, nos explicó que la idea le fue inspirada por la lectura de una novelita que compró a ciegas, para entretener los ratos muertos durante una estancia en Madrid. Allí se narraba la historia de alguien que encuentra el verdadero sentido de la existencia, a partir del momento en que le diagnostican una enfermedad  mortal. Luis pensó que el tema podía ser mucho más fructífero, si lo que se ponía en juego no era la propia vida, sino el desafío de seguir viviendo después de la pérdida de los seres más queridos. Y la protagonista tenía que ser una mujer, por supuesto, pues la maternidad tiene una fuerza dramática inigualable. Y, cómo no, la historia debía transcurrir en el mar. Sería la aventura de una mujer valiente, a quien el mar se lo arrebató todo, y que sólo en el mar puede aprender cómo seguir viviendo.

Así nació este viaje solitario  de Celia –un nombre que Luis eligió simplemente porque es corto y le gusta- por el Mediterráneo, a bordo de Il Genio, un velero de bandera italiana. El autor conoce bien todos y cada uno de los puertos a los que nos lleva: la Provenza francesa, la costa de Nápoles, la isla de Capri… y cómo no, la isla de Mallorca, en la que vivió más de un verano de su adolescencia. Un escenario colorido para un viaje que es en realidad profundamente introspectivo, y a lo largo del cual Celia vivirá encuentros y experiencias que terminarán enseñándole a guardar para siempre los recuerdos en “la isla más pequeña del mar”, esa isla que, como bien señaló Luis, “está mucho más cerca de lo que pensamos.”

Al cierre del acto pudimos compartir buen vino, fotos y abrazos. Aún me ronda el paladar el exquisito deje del Santa María Cream. 
Sue_Storm

2 comentarios:

Hosting dijo...

Sencillamente espectacular, que gran recomendado.

Alquiler de computadores dijo...

En palabras del autor, la novela es "la historia de una huida hacia adelante. La vida de Celia Torrens sufre un mazazo inesperado cuando un golpe de mar le arrebata la vida de su marido y de su hija. De la noche a la mañana Celia se ve convertida en una mujer rica que no siente atracción por nada de lo que le rodea, su única válvula de escape conocida es el mar, precisamente el elemento que le arrebató lo que más quería y al que considera culpable de su desgracia. Celia no tarda en darse cuenta de que lo que tenga que ser de su vida, tendrá que pasar por enfrentarse al mar, por lo que decide comprar un barco y salir a navegar en solitario para desafiarlo.