martes, 27 de abril de 2010

Jorge Magano, ¿quién es Jorge Magano?


Mucho tiempo ha pasado desde que un tal Azcárate entro en el foro apoderándose de la personalidad de su creador. Desde entonces le hemos visto luchar para abrirse camino como escritor, me consta, porque es uno de mis niños, que a veces pese a la sonrisa con la que se nos presentaba, ha pasado épocas de desánimo, alguna mala pasada laboral, pero ahí lo tenemos ahora hecho todo un escritor de lujo, y mucho más. Orgullosa de él como me siento, lo veo rodeado de gente de buen ver firmando ejemplares de su ultima novela en Gijón. Y ahí estaba nuestro enviado especial, kwadoa, tomando testimonio y haciendo fotos. Para que quede constancia su crónica:


"Pues yo no puedo ir, así que vas tú, que por lo menos te firmen el libro..."
Y con esas, sin comerlo ni beberlo, me encuentro frente a los stands que las librerías que hay en el barrio han montado en una pequeña calle peatonal, esperando a que comparezcan los invitados. La tercera (¿ya?) feria del libro, que coincide, precisamente, con el día del libro. Para variar (ésto es Gijón, Asturias, no lo olvidemos), el tiempo está entre cagarrutas intermitentes y meaditas dispersas. Vamos que casi fijo que cae alguna gota y acaba chafando el evento. Se aproximan las 17:30, y pienso: "Esperemos que hayan podido llegar sin problemas, y no tengan retrasos, que aunque ésto es pequeño, hay bastante gente..." Dicho y hecho.
Aparecen por la esquina los tres, haciendo gala de una exquisita puntualidad, y se acercan a la pequeña mesa en la que hay algún que otro ejemplar del libro que van a dedicar.
Poco a poco, todo el mundo se arremolina a su alrededor, respetuosamente, en algunos casos incluso con una timidez nacida de la impresión de tener enfrente a alguien que sale en televisión (es que Jorge va muy bien acompañado, caramba).

Ni que decir tiene que hay bastante afluencia de público joven. Es algo que me agrada. Jóvenes que se acercan a recoger una firma, al menos da que pensar en que no sólo existen la televisión y la consola. ¡¡¡Bien por ellos!!!



Despues de un rato de firmas, entre las que también se cuelan más fotos que las mías (e incluso algún vídeo fruto de los móviles), besos de gente que no sólo se conforma con la firma, felicitaciones varias y enhorabuenas, veo que queda algún hueco libre, y me acerco a la mesa. Jorge levanta la vista y me mira fijamente. Es cuando saco un ejemplar del hueco de la mochila, al tiempo que le digo:

- Hola, Jorge. Yo soy <>. Por cierto; feliz día, que es tu santo...
- Ajá!... - recoge el libro que le tiendo - ¿Y quieres que te lo firme así con "el otro forero"? También es el suyo - me contesta, señalando a William. - Su personaje en la serie y en el libro se llama Jorge, así que, también es su santo... ¿Cómo te llamas?

Y me firma el libro, pasándoselo a continuación a María, quien me mira y pregunta:

- ¿De dónde eres?
- De aquí, de Gijón...

Y mientras tanto, yo sigo haciendo fotos:



 La dedicatoria de María, se plasma debajo de la de Jorge en asturiano. Le toca el turno a William, quien a pie de página, completa una dedicatoria como pocas se pueden llegar a tener. ¡¡¡TRES EN UNO!!!.

Es el momento en que alguien (ignoro si algún profesional de los medios gráficos o un fan incondicional de la serie) les pide que se pongan de pie para una foto con el motivo de la firma.

E incluso se acercan a petición de otra persona a un hombre que no se podía acercar a ellos por desplazarse en silla de ruedas:
Mientras continúan realizando firmas, intercambio algunas palabras con Jorge, para saber si le dará tiempo a la responsable de que yo me lo estuviese pasando pipa haciendo fotos, para encontrarse con ellos, aunque fuese durante unos minutos. Además me comenta algún detalle sobre la creación de la obra, que no sólo resulta interesante, si no también divertido. Son esas anécdotas que no se ven en el resultado final, pero que son las experiencias de quienes lo crean. Como sugerencia, les digo desde aquí que vayan recabándolas para acabar haciendo un anecdotario del escritor.

Un poquito más tarde, me acerco a hablar un poco con William. Quienes no lo conocen (como es mi caso), encuentran chocante el hecho de que una persona con un nombre anglosajón hable un español perfecto, y entre frase y frase, conozco que ha estado de visita en varias ocasiones en Gijón con motivo del certamen de la Semana Negra. De hecho, es invitado para hacer la presentación de Novela Histórica, ante lo cual me quedo sorprendido. Poco a poco, me hace saber que es músico, que escribe guiones, que actúa (eso era obvio, claro está), y que es historiador... ahí es donde me deja tumbado de la impresión. ¡¡¡SI LE SACO 6 AÑOS DE EDAD, Y NO LE LLEGO A LA ALTURA DE LOS ZAPATOS!!! Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaadre mía, qué desaprovechado tengo el tiempo . Eso es lo curioso de la gente. Hay ocasiones en que sólo ves la punta del iceberg, ignorando lo que queda escondido, que puede ser muchísimo más interesante que la parte visible.
 Poco a poco, iba pasando el tiempo, y reduciéndose la afluencia de público. Jorge me comentó que se quedarían un ratito despues de la firma de libros tomando algo con tranquilidad, y que si le daba mi móvil se comprometía a llamar para que la forera currante pudiese al menos saludarles.
Despues de ésto, acudí al lugar de trabajo de mi señora, para que en cuanto finalizase su jornada, poder acudir al encuentro de éstos ilustres personajes. Mientras esperaba por ella, sonó mi móvil y pude concretar con Jorge dónde encontrarnos:

- ¿Matías? Soy Jorge... nos hemos ido a una cafetería que estaba bastante cerca... se llama "xxxxx" - (no voy a hacer publicidad, ¿no?) - ¿Sabes dónde está?
- Jajajajajaja... Justo el edificio que hay delante es donde vivimos...
- Bueno, pues no creo que haga falta explicarte más, entonces...
- Venga, de acuerdo. En cuanto podamos, allí nos plantamos. Hasta ahora...

Afortunadamente, tardamos un cuarto de hora en encontrarnos con ellos, lejos ya del evento, al calor de la privacidad que ofrece un local y en el que te encuentras con personas agradables y totalmente cercanas. Me sorprende gratamente el hecho de conocer a alguien que tiene algo que contar y sabe hacerlo, y descubro que entre unas cosas y otras, me quedan pendientes (entre tantos otros millones de asuntos pendientes) leer los libros de Jorge (La Isis dorada, Fabuland y éste último que es la precuela de la serie) y ver la serie que protagonizan María y William.

El resto de la tarde no tiene mucho más misterio, tan sólo que se pasó una agradable tertulia, hasta el momento en que llegó la hora de la despedida. Como anécdota, decir que William se vió obligado por el "MOMENTO MÓVIL" a salir del local para poder hablar con comodidad (el volumen de la música estaba un pelín alto), y mientras estaba en el exterior alguna persona le reconoció y le pidió hacerse una foto con él, cosa que no pareció importunarle, ni mucho menos.

Tan sólo esperar a que podamos vernos más adelante. Si no hay novedad, a Jorge en la Feria del Libro de Madrid, que tiene lugar a finales del mes que viene, y a William me gustaría volver a encontrarle en la Semana Negra de Gijón, ya que tiene bastantes posibilidades de asistir, y ha resultado ser un tío muy interesante para dialogar. A María, como no me haga un feisbuq de esos, no sé si volveré a saludarla, pero igualmente, deseo que le vaya muy bien en todos sus proyectos (exámenes incluídos...)

Saludos y a quienes hayan llegado hasta aquí, gracias por aguantar el tostón.

P.D.: Como bien me comentó Jorge durante la firma de libros, menos mal que finalmente ¡¡¡no llovió!!
kwadoa




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