¿Saben que día es hoy?. Seguramente el 22 de noviembre no le resultará a la mayoría un día destacable. Pues bien, hoy es el Día del optimismo. Y qué mejor forma de celebrarlo que explicando en una rueda de prensa las razones para pensar en un futuro mejor.
Periodistas, personal moviendo sillas, algún turista despitado y cámaras, muchas cámaras. El hotel de Las Letras en Madrid era un bullicio constante. Y detrás de todo, un hombre bajito, canoso de pelo rizado y con una sonrisa perenne en la boca. Es Eduardo Punset, el autor de divulgación científica con más lectores en España. Punset reconoce que le cuesta participar en el pesimismo de la gente, por ello ha elaborado un manifiesto del Optimismo donde explica que no podemos estar triste porque cada vez vivimos más años, "por primera vez aprendemos que hay vida antes de la muerte". Uno de los factores que más está ayudando a esta longevidad y que cada vez avanza más rápido es el de la medicina personalizada: "ahora nos preocupamos de nuestro cuerpo más que de las enfermedades", reconoce el escritor.
Punset establece distintas dimensiones de la felicidad, priorizando el control de la propia vida: "es fundamental", explica el autor, "hay gente con 25 años que no controla su vida porque ni siquiera sabe lo que quiere ni por qué le pasan las cosas". Y da un dato: en el mundo, un 30% de las personas están tristes. Muchos acuden a los fármacos para superar la depresión, pero el escritor catalán discrepa: "es mejor tener un amigo que tomar un fármaco". Punset dice que si hay una cosa que nos diferencia de los animales es la infinita capacidad de relaciones personales y más ahora con la revolución digital que podemos "compartir entrenimiento, conocimiento y chismorreo con más gente".
El final de la rueda de prensa estuvo enfocado a cambios en el sistema educativo para introducir en él la gestión de las emociones humanas ya que según su opinión, "nunca hemos hecho caso en 1000 años a aprender a cómo empatizar o controlar la ira". Pero no solo busca el aprendizaje, Punset también pone el acento en el desaprendizaje "de las tonterias que hemos heredado del pasado". El ser humano tiene una opinión muy formada en base de las circunstancias del momento hasta el punto que en palabras del escritor, "los primates cambian de opinión más facilmente que los homínidos". Y para ello recordó un comentario de un buen alumno suyo: "el mayor desastre de un ser humano es cambiar de opinión".
Antes de concluir el acto, dió las gracias al movimiento ciudadano 15-M por haber llamado a la puerta cerrada innecesariamente y poner de manifiesto la importancia de los jóvenes en el liderazgo nacional: "A lo largo de la historia cuando había una revolución la gente acudia a los jóvenes, ahora voy a empresas y consejos de administración y solo encuentro a viejos y a chimpancés."
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