Agencias calificadoras, paraísos
fiscales, riesgo país, rating,
Banco de España, confianza de los mercados, bonos basura,
especulación,... todos estos términos son frecuentes en las páginas
de los periódicos y cada vez más en las conversaciones de nuestro
día a día. Sin darnos cuenta hemos llenado nuestro léxico de
tecnicismos económicos que muestran hasta qué punto estamos
atrapados por la crisis. Federico
Sempere (Málaga, 1972)
ha decidido dar un paso más y ha llevado estos temas a la literatura con la novela 36 metros bajo tierra (Amagord
Editoriales).
“Lo
que ahora está pasando es muy literario”, manifestó Sempere en la
presentación del libro en Estudio en Escarlata. Que nadie piense que
este economista ha venido a descifrar la clave de la crisis o a
analizar los cambios en el sistema financiero, nada de eso. Sempere
se ha atrevido a escribir una novela negra con tintes económicos y
plagada de acción que llevan al lector a una tensión permanente.
Antes
de empezar a escribir la novela Federico Sempere llevaba un tiempo
tratando de contar relatos, pero sería un accidente deportivo el que
precipitaría todo: se partió la rodilla jugando al fútbol y la
necesidad de estar tumbado en la cama le dio el tiempo preciso para
comenzar. Necesitó un año más para escribirlo en el tiempo que
encontraba en sus frecuentes viajes en tren y algunos meses más para
perfilar la novela con la editorial.
Es
2010, estamos en España, en aquellos momentos en que las agencias de
calificación comienzan a amenazar a la economía española. Una de
ellas necesita 200 kilos de oro para calmar a sus clientes y España
los puede prestar a cambio de un trato favorable. Pero nadie se puede
enterar. El oro que la agencia necesita llevar a Suiza se encuentra
en la bóveda del Banco de España, a 36 metros de profundidad. Hay
que sacar ese dinero durante dos meses sin que nadie lo sepa con un
plan construido sobre la marcha. Los encargados de hacerlo no lo
tendrán nada fácil.
“Este libro se adentra en el mundo del que todos hablamos y refleja el interior de las personas que mueven el mundo: un poder externo y sin rostro”, asegura el autor.
“El
argumento de la novela venía marcado por los telediarios, yo
construí una historia policíaca a partir de lo que veía y leía
cada día”. La novela de Sempere destapa lo que parece ser una
nueva corriente: la literatura de crisis. La crisis parece el
mejor contexto para una novela actual, “la realidad es una novela
de terror, es nuestra bruja de hoy”.
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