domingo, 10 de junio de 2012

El Periscopio reedita la obra viajera de Vicente Blasco Ibáñez, “En el país del arte. Tres meses en Italia”


Un viajero es un testigo del mundo que no pretende contar más que su propia vivencia, directa e individual, lo que ven sus ojos. Para entender los claroscuros y los distintos puntos de vista de caminantes y caminos el grupo de El Periscopio se adentra en las obras viajeras de personajes de renombre.

Si antes fueron las obras de Concha Espina (“Singladuras, viaje americano”) o Charles Chaplin (“Mis andanzas por Europa”), el Periscopio se ha atrevido con uno de los grande de nuestras letras: Vicente Blasco Ibáñez y su viaje a Italia, “En el país del arte. Tres meses en Italia” (Ediciones Evohé).

Es marzo de 1886, en plena lucha por el control de Cuba, y Blasco Ibáñez solicita junto a otros notables la celebración en Valencia de una manifestación para mostrar el rechazo de la sociedad al apoyo de EEUU a la independencia cubana. El gobierno de España no se lo permite, pero el acto finalmente será celebrado con un fuerte enfrentamiento con la policía que ordenará detener a los promotores.

Blasco Ibáñez se esconde en casas de amigos y en barracas cercanas a Valencia hasta hasta lograr emprender un viaje en barco que le llevará a Génova. “El día 1 de abril publicará en el diario El Pueblo el primer artículo de su peregrinaje italiano, crónicas que irán apareciendo hasta el 5 de junio y que compondrán un libro editado posteriormente”, explica en el prólogo a esta edición actualizada Rosa María Rodríguez Magda, directora de la Casa-Museo de Blasco Ibáñez.

En este libro, que está escrito como un serial de crónicas enviadas a la prensa de aquellos días, un joven Blasco Ibáñez recorre ciudades como Niza, Pisa, Roma, Pompeya, Venecia, el Vaticano, Milán o Turín.

A partir de la recuperación de antiguas ediciones, El Periscopio ha apostado por sacar a la luz una edición actualizada con notas aclaratorias, correcciones y dos capítulos que desaparecerían tras la edición príncipe de 1896.

Blasco Ibáñez fue expléndido en su vida y en su obra” remarcó el responsable de la edición Julio Castelló en la presentación de la obra en Madrid, celebrada en la Casa de Valencia. Por su parte, Jaime Alejandre, miembro de El Persicopio, calificó la obra de “bellísima literatura” y añadió que el autor “conoció la cárcel y diversos exilios, y este libro nació de uno de ellos. Blasco fue capaz de dejar pasar su camino al Nobel por no perder su valor crítico”.

El Persicopio es un proyecto en el que algunos llevan soñando más de 30 años y que cuenta con el apoyo de Ediciones Evohé. Sus miembros impulsan la reflexión y tratan de recuperar obras de carácter viajero, centrándose en las convulsas décadas de finales del siglo XIX e inicios del XX. El grupo literario lo integran Jaime Alejandre, Julio Castelló, Juan Pedro de Gaspar, Arturo Gonzalo y Javier Quintas.

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