La sala Cervantes de la Casa de América
estaba repleta para escuchar la novela que
Xavier Alcalá (Miguelturra, Ciudad Real, 1947) presentaba en Madrid.
“Verde Oliva” (Nowtilus) es una narración de una historia vital
entre Cuba y España en la década de los 50, la más convulsa de la
isla.
La
novela se basa en las experiencias de una joven Mariana, hija de un
gallego «habanero» y una criolla, que emigrará a la isla desde
España en los momentos más difíciles, previos al golpe de Batista
y se integrará en una red secreta de agentes encargados de destruir
el gobierno dictatorial. Una historia de la guerra secreta durante la
revolución cubana.
Además de amigos y
lectores, en la mesa acompañaban a Alcalá María González Encinar,
directora del Instituto Cervanetes, Vicente Araguas, crítico
literario, y Santos Rodríguez, editor de Nowtilus.
“Los escritores
no se traducen a sí mismos, se versionan”, advirtió González
Encinar, y eso ha hecho tantas veces Alcalá, quien ha escrito
múltiples novelas en castellano y gallego, tierra que le acoge y que
recuerda en todos los lugares. Precisamente los gallegos y su
expansión por América son una de las claves de este libro, que
pretende añadir un relato a las vivencias cubanas y, en concreto, a
las sensaciones que quedaron tras la revolución.
El
crítico Vicente Araguas se presentó como un admirador de Alcalá y
resaltó las 10 instantáneas que más le habían gustado de la
novea. Araguas desgranó la obra y aseguró que el autor “emplea la
historia como medio, no como fin y siempre he pensado”, añadió en
un tono jocoso, “que le faltan algún polvete,
pero él siempre me dice que eso está
para hacer, no para leer”.
Xavier Alcalá, que
se mostró emocionado por la calurosa acogida en una ciudad en que ha
vivido durante algún tiempo, ha escrito esta novela en castellano
antes que en gallego y hay una razón: Mariana, la protagonista de la
novela, quiso que antes de desaparecer algunos puedan leer sus
experiencias y sensaciones tras participar en las guerrillas
revolucionarias. “Cómo se cuenta en el libro, las de Cuba fueron
guerrillas urbanas y muy poco en la montaña, la batalla fue en los
pueblos, y fue brutal”.
Este libro describe
la implicación de la masa gallega -y española- en la revolución.
“Una revolución interclasista, interpartidista e interracial;
aunque al final de la revolución hubo un golpe interno que hizo
triunfar el comunismo, pero no todos los que hicieron la revolución
contaban con ello”. Por eso, esta es la historia de un triunfo,
pero también de una decepción: “la de la gente que hizo la
revolución y no se vio reflejada en el resultado”, añadió
Alcalá.
Xavier Alcalá se
adentró en los sucesos de la novela y advirtió que “a Fidel
Castro le pasó cómo a Franco, a Fidel le vino muy bien que mataran
a Frank País igual que a Franco le vino muy bien que mataran a José
Antonio”.
El autor, que antes
escribió una novela sobre los evangelistas, relacionó el momento de
emigración masiva del siglo XX con el que ahora vivimos: “la gran
crisis no es financiera, es que a todos los que hemos formado están
emigrando”.
Para terminar el
acto hizo algunos apuntes sobre los nuevos tiempos de la literatura.
Alcal,a que recientemente ha sido nombrado miembro del consejo de
administración de una destacada editorial, aseguró que la
literatura va a seguir existiendo, pero el transporte y el soporte
del texto y los intermediarios ya están cambiando, y nos tenemos que
adaptar”. Tal es el caso que avisó de que “es la primera vez en
40 años de publicar libros que antes aparece en digital que en
papel: esto son los nuevos tiempos”.
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