Librería, acogedor ámbito de la literatura y filosofía. 2 nombres propios: Alberti y Zambrano. Unidos por el exilio, separados por el Tíber, discreparon por los sueños a alcanzar. El uno, da nombre a la librería donde se celebra el acto, la otra, fuente de un amplio legado filosófico y ensayístico, recuperado en parte en la obra “Confesiones y guía”.
El filósofo J.M. Mariñas parte de unas citas de la escritora para describirla como “atenta y lista para hablar de lo que está esperando a ser dicho”. Bajo el título de Confesiones y Guías se compilan diversos textos de María Zambrano, alguno inédito, otros no fácilmente accesibles en la actualidad, pero todos ellos presididos por un mismo objetivo: “reivindicar otros géneros literarios en los que el pensar no hace abstracción del sujeto que piensa”. Basándose en su frase ‘La filosofía es un género abierto’, el filósofo Fernando Savater traza un boceto de lo que representa el libro: “es muy esencial y va directo al corazón de María Zambrano: aquí se concentra lo más zambraniano de ella.”
Con algún problema más de lo previsto, “tengo la manía de no traerme las gafas de leer y empeñarme en leer”, Fernando Savater explicó leyendo pasajes de su obra, la predilección de Zambrano por las epístolas, confesiones, diálogos y pensamientos. La pensadora malagueña usa la técnica de las confesiones porque es el método para encontrar al quién. “La confesión busca al sujeto por encima del qué.” Confesiones y guías refleja su preocupación por recuperar la razón para la vida. “Esto conlleva a una pregunta que no siempre tiene respuesta”, concluye Savater. Y es que así es la filosofía, muchas preguntas sin respuestas.
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