Hace poco fue el cumpleaños de nuestro barquito, pero no conforme con las felicitaciones recibidas, decidió restregarnos todos los regalazos que le había hecho Artemisia para ponernos verdes de envidia. Lo que no se esperaba él es que en vez de llorar íbamos a pedirle a Artemisia que nos adoptase :P
Y menos mal que la casa, además de múltiples habitaciones, tiene casa para nuestro vampiro Slave, que hasta ha conseguido que Minerva supere su miedo para visitar el jacuzzi que tiene instalado.
Artemisia ¡adóptanos!
1 comentario:
Jo que desastre soy que voy y leo esto hoy...Bueno que sin problema en nuestro pisito hay sitio para todos, y Slave no molesta porque tenemos un patio, le ponemos un palo y allí puede descansar durante el día. Besitos y os echaremos de menos en Egipto...( Ni de coña)
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