Todos alguna vez hemos tenido algún proyecto con el que se nos han iluminado los ojos, nos ha subido la adrenalina y el termómetro de la ilusión se ha disparado. Poco a poco, tu voz interior y tus creencias han ido echando dosis letales de miedo a tus ideas. ‘Es que es muy difícil’ o ‘es que no sé si seré capaz’…
Cargas, culpas, mitos. O simplemente, miedo. Javier Iriondo exhortó a la gente, en la presentación de su libro “Donde tus sueños te lleven”, a desarrollar todo su potencial para alcanzar todo aquello que se proponga. Cuando las circunstancias negativas nos rodean, corremos el peligro de entrar en una espiral donde comenzamos a dudar de nuestras capacidades, dejamos de creer y perdemos la esperanza en el futuro; lo cual nos debilita en el presente. “Ese sentimiento de impotencia nos paraliza, comenzamos a pensar y hablar de manera negativa hasta maltratarnos mentalmente”, comentó Iriondo en el FNAC de Callao.
El propio autor apuntó que el miedo es el mayor motivador del ser humano. “El miedo provoca dolor, y el ser humano en su instinto primario de supervivencia tiende a evitar ese dolor y es capaz de someterse y aceptar cosas increíbles para huir o evitar ese posible dolor, o ese posible castigo imaginario o real que provoca el miedo”
A medias novela y libro de autoayuda, “Donde tus sueños te lleven”, es una historia de superación y transformación personal de un alpinista que pierde a un amigo en el Himalaya; que nos enseña como retomar control en nuestra vida, de qué manera encontrar las respuestas necesarias para tomar decisiones o como aumentar nuestra fortaleza mental y ser menos vulnerable ante el entorno que nos rodea.
‘Nuestro pasado no condiciona nuestro futuro’, escribe Javier Iriondo en la portada. No sin motivo porque, en palabras del escritor, “lo que más condiciona nuestro futuro, son los pensamientos que tenemos en el presente sobre el futuro, porque esa visión del futuro se convierte en nuestras expectativas y creencias y nos comportamos de acuerdo a ellas”. Según Iriondo, somos nosotros los que damos un significado a las cosas, los que nos comparamos constantemente con otras personas y los que, en base a ello, medimos nuestra felicidad y construimos nuestra identidad de acuerdo a la opinión de los demás.
Señaló dos grandes mitos -‘Soy lo que tengo’ y ‘Soy lo que hago’- que, unidos a una excesiva preocupación por la percepción que la gente tenga de nosotros; hacen que “hagamos un montón de tonterías para sentirnos parte del grupo o para dar valor a nuestros actos”. “Una de las necesidades del ser humano es ser congruente con lo que uno es pero ese ser es el que otros te han creado a base de etiquetas”, contó Javier Iriondo quién además advirtió al público que “no tenemos que cumplir las expectativas de otras personas, ni depender de las opiniones de otros”. Es imprescindible que vivamos nuestra propia vida. “No tienes que demostrar nada a nadie”, concluyó.
Todos llevamos en nuestro interior una joya, todos tenemos un gran potencial, simplemente lo que deberíamos hacer es aquello a lo que se refirió Miguel Ángel al ser preguntado sobre cómo esculpió su obra maestra: “El ‘Moises’ ya estaba allí, yo solo quité lo que sobraba de su alrededor”.