martes, 23 de abril de 2013

Tzvetan Todorov nos acerca al arte del siglo XVII con su "Elogio a lo cotidiano"

Publicado en francés hace 20 años, "Elogio de lo cotidiano" es el último libro de la lista de obras de Tzvetan Todorov traducido en los últimos años por Galaxia Gutenberg. Con el Instituto Francés como escenario, Todorov nos sumergió en el cambio radical que sufrió el arte en el siglo XVII. Su "Elogio a lo cotidiano" refleja un análisis de la pintura holandesa de ese siglo cuando "ya no serán los grandes personajes, santos, papas, héroes, los sujetos de estos cuadros sino personas normales, como usted y como yo", tal y como explicó el autor de origen búlgaro

Su estudio por la concepción del arte de la Baja Edad Moderna contempla que "por primera vez, la gente normal, por decirlo de alguna manera, no solo será el sujeto de las obras sino los que las adquieran y las cuelguen en sus casas," reflexionó Todorov. Además, según contó el propio escritor, hubo un cambio en la percepción de las cosas, "abandonando la idealidad y centrándose más en la representación de los objetos." Incluso la mujer recobra ese protagonismo tantas veces negado en el arte, al pasar el escenario de los cuadros de los centros de poder a las propias casas y ámbitos privados, espacios tradicionalmente reservados a las mujeres.

Entre su críticas al mundo que ha iniciado el siglo XXI destacó que todo esté mecanizado y se haya perdido el sentido del gesto natural. "Ahora nuestros gestos están organizados y sistematizados en nuestra mente", comentó para a continuación mencionar con cierta nostalgia el valor y el significado que tenían esos gestos en el siglo XVII: "¡hasta pelar una manzana tenía sentido!"

Hizo referencia al alejamiento progresivo en la relación de los artistas con la propia sociedad: "el arte visual ha distanciado sus relaciones con la vida corriente, encerrándones estos en su propio mundo." Todorov confesó que este hecho le entristece ya que es un firme defensor de la interacción e intercambio de ideas entre los artistas y la sociedad. Por último, quiso recomendar dos libros para el Día del Libro: "El crepúsculo de Prometeo" y "La maldad política. Y cómo combatirla" de Alan Wolffe.
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sábado, 20 de abril de 2013

Nadie es inocente en 'Madera podrida con un clavo oxidado'


Si eres un asesino profesional, un marido te paga por matar al amante de una mujer infiel y a quien matas en realidad es al marido, tienes derecho a sentirte engañado y a pensar que han mancillado tu ética de Killer. El pasado 12 de abril, se presentó en la libreria madrileña Estudio en Escarlata el libro Madera podrida con un clavo oxidado, de José Luis Ordóñez. El propio autor enmarcó la obra "en los años 40 en Estados Unidos, y con el mundo del cine muy presente a lo largo de sus casi doscientas cincuenta páginas."

José Luis Ordóñez nos sumerge en la época dorada de Hollywood, con el nacimiento de las grandes estrellas, de la mano de James McGinty, un killer que tiene razones para estar molesto. Estamos en un contexto en el que hay quienes pagan por cometer crímenes sin mancharse las propias manos, todo normal, como en cualquier época y cualquier lugar del mundo. Por ese motivo, Ordoñez definió su libro como "novela negra en estado 100% puro, con toques cinéfilos, aunque su asesino odie el cine, un arte que se dedica a copiar sus movimientos, su forma de vestir, su modo de vida…"

Novela negra con mucho diálogo –y muchos tiros–, que seguro hará las delicias de los lectores habituales de este género. Sin entrar en detalles sobre el argumento, pues las sorpresas en él son uno de los puntos fuertes, puedo adelantar que no faltarán muertes violentas, fiestas desenfrenadas e incluso alguna que otra representación cinematográfica
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jueves, 11 de abril de 2013

Las jornadas retrofuturistas de Chapinería

Bajo el título de "Dystopic Madrid", tuvieron lugar en en el pueblo de Chapinería unas jornadas retrofuturistas a finales de Marzo. Uno de los organizadores del evento, al cual conocí recientemente por formar parte del elenco de autores de la antología "Ácronos", me preguntó por la posibilidad de montar un taller de escritura de relatos. Algo que nunca antes había hecho, y ni tan siquiera me hubiese planteado. Pero, tal y como expliqué en mi presentación "guiado por el ego del escritor, sólo pude decir que sí".

Por supuesto, a medida que se fueron acercando las fechas me empezaron a entrar los nervios y, parafraseando a Lope de Vega, aumentaron mis dudas sobre cómo iba a salir de semejante aprieto. Ignoraba cuál iba a ser el número de asistentes (me amenazaban con que podía alcanzar la veintena) y, sobre todo, me preguntaba en qué punto de la creación literaria se encontrarían. ¿Serían aficionados que sólo lo practicaban como hobby? ¿Acaso hablaría para autores "en ciernes", que ya tendrían muchos de los principios aprendidos? En ese mar de dudas me presenté en el local, con sólo unas notas y mi desparpajo como defensa.

Primera trampa: antes de mi taller habían organizado un recital de poemas, y de pronto me encontré en la tesitura de tener que declamar en público. Por suerte, el trago sirvió para calmar los nervios y conocer a los que luego iban a ser "sufridores" de mi charla. La mayoría de los cuales, obviamente, habían acudido con sus galas "steampunk" al evento.

Así pues, y durante hora y media (infinito arriba, más o menos) procuré transmitir las notas del estilo que defiendo al escribir relatos. El resultado, teniendo en cuenta todo lo anterior, fue satisfactorio. No tuve que pelearme con ningún "escritor resabiado" al defender mis ideas básicas, hubo oportunidad de soltar alguna broma para hacer reír a los presentes, y hasta se debatieron algunos de esos principios. La opinión general es que había sido una introducción práctica, hasta donde pude averiguar a posteriori, para el taller propiamente dicho.

El procedimiento para realizar el taller fue (casi) improvisado: tras proponer una frase inicial, se fue desarrollando un cuento en conjunto, procurando que cada uno de los presentes aportara algo, hasta que tuvimos un primer borrador. Esta parte fue más distendida, sobre todo porque los participantes dejaron volar su imaginación. Y luego fue el momento de decidir cómo estructurarlo para poder dar el relato por acabado, que me obligó al esfuerzo de explicar el proceso mental durante la reescritura. ¿Qué se está contando? ¿En qué tono? ¿Cómo se llega allí? Si alguien tiene curiosidad por saber qué salió de todo eso, puede leer mi versión en Facebook (https://www.facebook.com/notes/rafael-g ... 4409885822).

En definitiva, una experiencia muy interesante que, con mucha seguridad, no me importaría repetir en un futuro.

Rafael González

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miércoles, 10 de abril de 2013

Mario Levi: "Si no pudiera escribir, me volvería loco"


Con un tono pausado y alegre, reflejo de alguien que ha escrito una novela en 7 años pero que se siente elogiado por la crítica al describir “Estambul era un cuento” como su obra maestra; el escritor turco Mario Levi presentó en la Casa del Lector su primera novela traducida al castellano (Galaxia Gutenberg). Sorprende que hayan pasado 14 años desde su publicación en turco, sobre todo teniendo en cuenta que su español es perfecto, una lengua heredada de aquellos judíos sefardíes expulsados de España hace 5 siglos: “Mi abuela me enseñó de pequeño el ladino y luego estuve en España unos meses perfeccionando el idioma.”

"Estambul era un cuento" es “de esos libros que ya no se escriben”, explicaba el editor durante la presentación. Plantea los grandes temas de la literatura y se basa en el recuerdo, real o ficcional, de personajes, hechos, vivencias, en torno a la familia Ventura, en Estambul. Una saga familiar contada a través de una única voz, un personaje que sin embargo apenas se dibuja y el lector se sorprende buscando sus rasgos a lo largo de las setecientas páginas que dura la novela. Un protagonista principal que no deja de ser la ciudad que da cabida a todos los personajes: Estambul. El autor, quiso destacar que “lo más importante en literatura es la sinceridad”

No obstante, no dudó en admitir Levi que varios pasajes de la novela están basados en su experiencia ya que “todo lo que se escribe es autobiográfico. Lo que no significa que todos los personajes, o los hechos, sean reales”. Sin ser narrados de forma cronológica, los hechos van desde los años de la República turca, al término de la Primera Guerra Mundial, hasta los turbulentos años ochenta, tras el golpe militar. Cuarenta y nueve personajes pertenecientes a tres generaciones aparecen en las cerca de 700 páginas de este libro en el que se suceden centenares de historias diversas, ejemplo de la mezcolanza cultural de Estambul.

Durante la presentación, Mario Levi explicó que tenía una vaga idea sobre escribir un libro sobre una familia judía pero no un guión pensado ni planes concretos. "Escribiendo y escribiendo me di cuenta de que había guardado muchas cosas en mi memoria, pero nunca me imaginé que iba a ser una novela tan larga. No podía terminar". Este hecho lo achacó a la propia Estambul: "La ciudad me ofrece tal cantidad de historias que es imposible dejar de escribir". A pesar de todos los años que tardó en escribirla, el escritor turco no pudo ocultar que disfrutó mucho con ello ya que según sus palabras, “si no pudiera escribir, me volvería loco.”
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martes, 9 de abril de 2013

'Natán y sus hijos. Jerusalén, 1192': Un necesario alegato a la tolerancia y el respeto entre religiones

Tomó una vieja fábula sobre los tres anillos y Natán y la recreó para sus hijas en un libro titulado 'Natán y sus hijos. Jerusalén, 1192', una novela histórica dirigida a todos, niños y mayores. El pasado 4 de abril la escritora alemana de origen judío Mirjam Pressler presentó su libro en el Instituto Sefarad-Israel, retomando de esta manera la famosa obra literaria escrita hace dos siglos por Gotthold Lessing, 'Natán el sabio'.

El libro narra la historia de Natán, un comerciante judío, al cual recurre el Sultán Saladino para plantearle una sola pregunta: "¿Cuál es la religión verdadera?". Natán, para dar respuesta al dilema de Saladino, recurre a la parábola de los tres anillos, en torno a la cual gira toda la novela; una parábola que sitúa el amor al prójimo y la tolerancia por encima de cualquier cosa. "La existencia conjunta de las tres religiones no es algo muy frecuente ni se ha tratado demasiado en la literatura, por eso me interesó, y sobre todo, quería recuperar, y ofrecer a los lectores de hoy, la parábola de los tres anillos, que es una de las historias que mejor refleja la tolerancia, algo tan necesario", dice Mirjam Pressle


"Las cosas no están bien, pero no creo que la intolerancia sea hoy mayor que en otras épocas que fueron muy violentas. En el fondo, en muchos casos, no se trata tanto de un asunto religioso sino político y de poder", explicó Pressler, quién estableció diferencias con la obra de Lessing. "No se puede tratar el tema hoy igual que en el siglo XVIII, porque desde entonces han sucedido demasiadas cosas, entre ellas, el Holocausto". Si hay algo llamativo en esta novela, es la forma en la que Pressler ha decidido narrarla: siempre en primera persona desde distintos puntos de vista, pero nunca el de Natán que, sin embargo, es el protagonista indiscutible del libro.


La autora contó que, cuando se sentó a escribir la novela, se centró en la parábola de los tres anillos, pero entonces se percató de que desconocía por completo todo el contexto histórico de las cruzadas; así comenzó un largo proceso de investigación y documentación que ha resultado en una ambientación realista y verosímil.
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viernes, 5 de abril de 2013

Presentación en Zaragoza, de "Tom Z.Stone. Let it be" De J.E.Alamo

Fernando y Joe 

Se ha presentado en el Ámbito Cultural del Corte Ingles de Zaragoza "Tom Z. Stone.Let it Be"  la segunda parte de la prometida trilogía de ese peculiar detective que es Tom Z. Stone creado por J.E Alamo. Tuve de nuevo la suerte de coincidir con un grupo de gente de esta ciudad, apasionados por la literatura, algo tendentes al terrorcito, entre los que destaca el buen ambiente y la camaradería.

 Tom Z. Stone, la primera entrega, gano el premio Tormo Negro a la novela negra, y el Pandemia a la mejor novela Z. Estamos ante un concepto nuevo de tratamiento del fenómeno zombi. Nos enfrentamos a  unos seres a medio camino entre los replicantes de Blade Runner y los zombies clásicos, lo que significa que  nos encontramos con algunos personajes  infectados, como no, pero con alguna peculiaridad que los lectores tendrán que descubrir, . Todo ello a la sombra de una banda sonora a cargo por ese grupo mítico que son Los Beatles, como nos  dejo claro el autor.

 La presentación se desarrolló a modo de una tertulia participativa, en la que Fernando Martínez, referente entre autores y editores ya, y un brillante J. E Alamo, iban siendo los guías  para internarnos en el complejo mundo del escritor y su obra y nuevos  proyectos. Se fueron desgranando influencias de cine, personajes que cobran vida conforme se materializan para el autor sobre el papel, malvados de sugerentes nombres y un ambiente conocido, la Valencia en la vive el autor, porque siguiendo el consejo que un viejo profesor le dió al autor, hay que escribir de los universos conocidos.

 Joe ( el autor para los amigos), nos explico como surgió un personaje que debe mas a la novela y al cine negro, que al  tema de los zombies descerebrados. El conjunto de los protagonistas  creados a imagen y semejanza de personajes del cine con evocaciones  físicas a  actores como Bogart o  Ava Gardner, sus hábitos para escribir, ( básicamente ninguno), como tiene que divertirse para escribir, que esta obra esta concebido para una trilogía y que ya esta pensando en nuevos proyectos, fueron algunos de los temas de los que nos hablo. Tras la presentación , las fotos, las cervezas, ( David te debo una) y la tertulia.

Chabi Angulo, Julia Duce, Jose Maria Tamparillas, Roberto Malo,
 David Rozas, Fernando Martinez y J.F.  Álamo

 Agradezco mucho a Fernando Martínez el toque de atención para que me acercara, (estoy vaga esta temporada), fue muy gratificante volver a reencontrarme con una gente tan estupenda como Roberto Malo y Jose María Tamparillas, ( eche de menos al maestro David Jasso), que sabe acogerte y hacer que te sientas una más. Me encanto conocer a Joe, tan lúcido, con un sentido del humor tan fino, y tan con los pies en la tierra, y a los chicos de aquí con los que no había tenido oportunidad de hablar: David (a quien le tomo prestadas las fotos) y Chabi.

 De momento estoy ansiosa por leer la primera entrega de este peculiar detective, hay que ir en orden para no perderse en los detalles, que ya tengo encargada.

Julia
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